
16/09/2025
🟨🧠⬛⬜ Post minuciosamente escrito para quienes buscan la verdad sobre el ESPECTRO AUTISTA y sobre lo que se dice de él. ⬛
Este post es una reflexión sincera, fruto de mis 21 años de experiencia en el campo de la neurodiversidad. No nace de improvisaciones ni discursos ligeros, sino de la lógica que da la observación diaria y del contraste permanente con textos médicos serios y reconocidos. Cada palabra está escrita desde la práctica y la responsabilidad, porque hablar de autismo exige claridad, respeto y un compromiso real con las familias.
El autismo, en los últimos años, ha entrado en un mundo de palabrería y marketing que confunde más de lo que aclara. Es curioso cómo algunos, desde la comodidad de sus plataformas, proclaman a los cuatro vientos que "estamos avanzando en la comprensión del espectro", mientras la realidad de miles de familias con autismo severo sigue siendo la misma: una lucha silenciosa y solitaria. Es hora de dejar de aplaudir a quienes venden humo y de usar la única herramienta que realmente importa: la lógica visual.
Querido padre, querida madre te invito a usar la lógica visual de tu propia experiencia. Observa a tu hijo o hija. Mira sus dificultades para interactuar, sus necesidades de apoyo, sus luchas diarias. Luego, compara esa realidad con el discurso de quienes se autoproclaman autistas por "sentirse raros" o "ser tímidos". ¿Son experiencias comparables? ¿El futuro que te prometen es el que tu hijo realmente va a tener?
La distancia entre esas realidades es la brecha que este post busca cerrar. Con respeto, pero también con la firmeza de quien sabe de lo que habla, aquí desmantelo la idea de que el espectro es una bolsa sin fondo. Con esta lógica visual, podrás sacar tus propias conclusiones sobre quién es autista, quién lo usa para venderte información o productos, quién dice que "sanó" y salió del espectro, y quiénes son hoy miles de personas mal diagnosticadas. Porque lo que no se define, no se entiende. Y lo que no se entiende, no se puede apoyar.
✌🏻Este texto ha sido escrito con el compromiso de la claridad. Por la naturaleza del tema, busqué un lenguaje sencillo y directo para que el mensaje llegue a todos los que lo necesitan, sin importar su experiencia previa... 👤Pablo.
🟦 ¿Por qué se le llama "Trastorno del Espectro Autista"?
Antes de criticar la confusión, es crucial entender de dónde viene el nombre. El término tiene tres partes, y cada una tiene un significado médico preciso.
Trastorno: Esta palabra a men**o se malinterpreta, pero en medicina se refiere a una condición que impacta el desarrollo y el funcionamiento de la vida diaria. No es una enfermedad. No hay cura ni se "sana". Por eso, cuando alguien afirma que "salió del espectro", está hablando desde la ignorancia o la falsedad.
Autista: Viene del griego "autos", que significa "uno mismo". Se refiere a la tendencia a centrarse en el mundo interior, lo cual en el contexto de un neurodesarrollo atípico, se manifiesta en la dificultad para la interacción social y para comprender a los demás.
Espectro: Aquí reside gran parte de la confusión. El término "espectro" no es un cajón donde cabe de todo, ni una línea que va de "leve a severo". En realidad, se refiere a la diversidad con la que se presentan las características del autismo. Cada persona es un punto único en un universo de rasgos. Una persona puede tener grandes dificultades en la comunicación verbal, pero no en la socialización no verbal; otra podría tener un lenguaje fluido, pero una rigidez extrema en sus rutinas. La idea es que dos personas con autismo pueden no tener ni un solo rasgo en común, y aun así, ambos estarían en el espectro. Es como los colores: todos son parte del espectro de la luz, pero cada uno es único y distinto del otro.
☝🏻La ciencia usa este término para ayudarnos a entender esta enorme variedad. Sin embargo, en el día a día, el lenguaje ha simplificado esta idea compleja, y es ahí donde se crea la confusión de que "todo vale" y que no hay límites.
⬛ El espectro no es una bolsa sin fondo: por qué la confusión del autismo daña a las familias...
Hablar del autismo nunca será sencillo, pero lo que sí debe ser claro es que no podemos seguir alimentando confusiones. Uno de los mayores daños que se ha hecho en los últimos años es usar y abusar del término “espectro amplio”. Y lo repito: no se trata de discriminar, se trata de ser realistas. Ese supuesto “amplio” ha terminado por diluir, confundir y hasta generar falsas esperanzas en miles de familias. Es hora de dejar de romantizar una condición que es real y compleja.
⬛ ¿Qué es realmente el autismo?
El TEA no es un rótulo autoimpuesto, ni un cajón vacío donde cada uno mete lo que cree que encaja. Es un trastorno del neurodesarrollo con criterios claros definidos en manuales diagnósticos como el DSM-5. Se caracteriza por tres grandes áreas de dificultad: la interacción social, la comunicación (tanto verbal como no verbal) y los patrones de conducta repetitivos o restringidos. Estos no son opcionales ni intercambiables: deben estar presentes desde la infancia y con una intensidad que impacte en la vida diaria.
⬛ ¿Puede el TEA presentarse junto a otros diagnósticos?
Claro que sí. Y esto se llama comorbilidad, no “amplitud del espectro”. Un niño con autismo puede además tener TDAH, o TEL, o TOC, o ansiedad. Esto no significa que el concepto de autismo se estire hasta abarcar cualquier dificultad; significa que dos o más condiciones coexisten y cada una requiere apoyos distintos. Llamarlo “espectro amplio” borra esas diferencias y termina dando la falsa impresión de que todo lo que es difícil, raro o incómodo puede caer dentro del mismo s**o.
⬛ La peligrosa ilusión del autodiagnóstico...
Gran parte de esta confusión viene de un cambio histórico. El diagnóstico de Asperger desapareció oficialmente en el DSM-5 (2013) y se unificó dentro del TEA. Al desaparecer esa etiqueta, muchas personas interpretaron que el espectro se volvió infinito, que todos caben, que basta con sentirse distinto para reclamar la etiqueta. Esa lectura equivocada, sumada a la moda del autodiagnóstico en redes sociales, ha multiplicado la desinformación.
Cuando se habla de “espectro amplio”, en realidad se está borrando la frontera del diagnóstico. Esto permite que aparezcan testimonios de supuestos “autistas” que jamás recibieron terapia, que nunca tuvieron un diagnóstico en la infancia y que simplemente se describen como “tímidos”, “amargados” o “raros” en la adolescencia. A los 40 o 50 años se autoproclaman autistas y desde esa posición opinan sobre la crianza de un niño que lucha cada día con terapias, con exclusión y con frustraciones profundas.
🍎 Aquí es donde entra otro mito devastador: el de las "altas capacidades". Muchos defienden que un autista con altas capacidades puede ser multifacético, manejar la ironía, entender dobles sentidos y hasta ser un "actor" social. Esta es una interpretación salvaje del concepto. Las altas capacidades pueden potenciar la lógica y la memoria, sí, pero no son un pasaporte para dominar la interacción social. Una persona puede tener un coeficiente intelectual brillante, pero aun así no descifrar el lenguaje no verbal o sufrir con la rigidez mental.
Y para hacer el error aún más grave, algunos confunden esto con una supuesta "irreverencia" o falta de miedo al qué dirán. Creen que un autista con altas capacidades es el tipo de persona que hace bromas pesadas o es sarcástico en público, justificándolo como una manifestación de su "condición". Pero esto no podría estar más lejos de la verdad. La dificultad para descifrar las dinámicas sociales es inherente al autismo y no se anula por un CI elevado. Confundir altas capacidades con habilidades sociales fluidas es un error que borra la realidad de la neurodiversidad, creando una falsa narrativa de que el autismo es una "superpotencia" que solo se manifiesta de forma incómoda en los demás.
⬛ El costo emocional para las familias...
El efecto sobre los padres es devastador. Imagina a una madre que escribe con la angustia de ver a su hija de 5 años sin amigos, que no logra sostener un juego con otros niños, que sufre rechazo. Ella busca apoyo, busca un consejo real. Y la respuesta que recibe es la de un "adulto autista" diciendo que no se preocupe, que él de pequeño solo jugaba con sus 8 gatos. ¿Qué puede aprender esa madre de ahí? Nada útil. Al contrario, se confunde, porque cree que esa experiencia es comparable con la de su hija.
Pero hay algo todavía peor. Muchos padres leen a estos autodenominados autistas interactuar entre sí: los ven bromear, seguir dobles sentidos, debatir con soltura, manejar ironías, cosas que sus propios hijos no logran. Y entonces aparece la ilusión peligrosa: “quizá mi hijo con el tiempo será así”, “quizá no es tan grave”, “ya se pondrá a la par”. Se crean falsas esperanzas que se rompen con la realidad. Porque lo que esos padres ven no es la evolución del autismo, sino la proyección de personas que nunca tuvieron un diagnóstico clínico riguroso.
Esa ilusión no solo engaña, también duele. Porque cuando el niño crece y sigue necesitando apoyo, la familia se frustra pensando que algo hicieron mal. Creen que les fallaron, cuando en realidad lo que falló fue el discurso superficial que equipara todo bajo el mismo s**o. Y a esa frustración se suma la culpa, el sentimiento de no haber alcanzado un futuro que, en verdad, nunca estuvo en el horizonte real de ese niño. La culpa no es del padre, es de un discurso que prometió un camino fácil cuando la realidad es mucho más compleja.
⬛ El negocio detrás de la confusión...
Y como si no bastara la confusión, aparecen quienes sacan provecho. Personas que se amparan en el discurso del “espectro amplio” para sostener blogs, vender terapias milagrosas, promocionar productos y presentarse como referentes. Usan frases bonitas, palabrería inclusiva y testimonios adornados para ganar seguidores. Mientras más difuso sea el concepto, más espacio tienen para colarse y vender humo. Y claro, logran aplausos, porque decir lo que las familias quieren oír siempre vende más que decir lo que necesitan escuchar.
El autismo no se estanca por sí mismo: se estanca porque alrededor hay demasiado ruido. Se estanca porque los padres reciben explicaciones contradictorias, porque no hay un lenguaje común. En ese laberinto, lo que debería ser un proceso continuo se convierte en una carrera de obstáculos interminable.
⬛ La lección de los padres con hijos adultos...
Muchos padres con hijos adultos ya lo saben. Ellos vivieron ese laberinto, cayeron en esas trampas, perdieron tiempo y dinero. Y hoy pueden decirlo: lo que sus hijos necesitaban era estabilidad, claridad y acompañamiento real, no miles de distracciones. Pero lo triste es que, aun así, los padres más jóvenes muchas veces se resisten a escuchar esas lecciones.
Prefieren seguir creyendo en soluciones fáciles. Prefieren confiar en el próximo gurú que aparece en redes o en la terapia de moda que alguien promociona. Y así, se sigue repitiendo la historia: generaciones nuevas de familias que tropiezan con las mismas piedras, mientras los adultos autistas muestran con su vida lo que pasa cuando no hubo claridad desde el inicio.
Ese aprendizaje que debería transmitirse de generación en generación queda enterrado bajo discursos de “espectro amplio”, de “todo entra”, de “cada uno lo vive a su manera”. Y no, eso no es inclusión: eso es confusión. Incluir no significa desdibujar la realidad. Incluir significa entender con precisión qué es el autismo y qué apoyos necesita cada persona.
Por eso insisto: el espectro no es una bolsa sin fondo. Es diverso, sí, pero tiene un marco. Y solo desde esa claridad se puede construir una crianza honesta, apoyos sólidos y un futuro menos incierto para quienes lo viven en carne propia.
👤 Pablo, autor del blog "Empieza de a 3"
⬜ Como te habrás dado cuenta, mis textos son reales, directos y buscan ser de verdadera ayuda. No nacen para adornar la realidad, sino para darle claridad a quienes la viven día a día. Además de escribir, acompaño a familias con asesorías y consejos prácticos, porque sé que muchas veces se necesita más que palabras: se necesita guía, experiencia y compromiso.
Si hoy buscas orientación, cuenta conmigo; siempre habrá herramientas para empezar de nuevo, pero con la verdad por delante.📱 +51 952 037 361
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