02/08/2025
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COMPRENDE TU ESTILO DE APEGO PARTE I
«Dime cómo era tu infancia y te diré cómo amas»
—John Bowlby.
Acabas de empezar a salir con alguien nuevo. La química es eléctrica, las conversaciones fluyen sin esfuerzo y el corazón te da un vuelco cada vez que piensas en el futuro. Pero entonces, algo cambia. Quizá tarda más en responder a tus mensajes o cancela sus planes en el último minuto. De repente, te asaltan las dudas. ¿He dicho algo malo? ¿Estará perdiendo interés? El corazón te late con fuerza mientras compruebas el teléfono cada poco minuto, incapaz de concentrarte en otra cosa. ¿Te suena familiar?
O tal vez esto te resuene más:
Llevas semanas trabajando hasta tarde, ahogado por los plazos. Cuando tu jefe te pregunta si necesitas ayuda, automáticamente respondes: «No se preocupe, yo me encargo». ¿Pero por dentro? Estás agotado hasta la médula. Sin embargo, hay algo en el hecho de apoyarse en otra persona que te eriza la piel. Una tarde, tu jefe revisa tu último informe y sugiere algunas mejoras.
Inmediatamente, sientes un calor defensivo en el pecho: «¡Mi trabajo está perfectamente bien! Siempre lo hago así. ¿Por qué criticar ahora?». Mantienes un rostro neutro, asintiendo amablemente; pero, por dentro, ya te estás cerrando en banda, desestimando por completo los comentarios. En cuanto sales de la reunión, vuelves a sumergirte en tu trabajo, decidido a arreglarlo todo tú mismo, como siempre.
No se trata de momentos aleatorios de ansiedad o frustración, sino de tus apegos, que dicen mucho de cómo te relacionas con los demás.
Conocer los cuatro estilos de apego y por qué los tenemos
¿Qué es exactamente el apego? En esencia, el apego es la forma en que nos vinculamos con los demás y con nosotros mismos en respuesta a nuestras necesidades humanas fundamentales de conexión y seguridad.
La teoría del apego, de la que fue pionero el brillante psicólogo británico John Bowlby, revela algo profundo: todos nacemos con un hambre profunda e innata de conexión y seguridad. Nuestras primeras experiencias de vinculación se producen cuando somos bebés pequeños e indefensos.
La forma en que nuestros cuidadores responden a nuestros llantos, nuestras sonrisas, nuestras necesidades... estas primeras interacciones crean el modelo de cómo nos relacionamos con los demás a lo largo de nuestra vida. Cuando los cuidadores satisfacían constantemente nuestras necesidades con calidez y receptividad, desarrollábamos una base segura. Pero cuando esas necesidades no se satisfacían -cuando los cuidadores no eran constantes, estaban ausentes o nos agobiaban-, desarrollábamos estrategias adaptativas (aunque a veces dolorosas) para protegernos, que luego etiquetamos como «apego inseguro».
A través de una investigación pionera, la Dra. Mary Ainsworth refinó esta comprensión en cuatro estilos de apego primarios:
1. Apego seguro: Tienes una visión positiva de ti mismo y de los demás, valorando a ambos por igual. Te sientes cómodo tanto con la cercanía como con la independencia, creando relaciones basadas en la confianza y en límites sanos.
2. Apego ansioso: Tienes una opinión positiva de los demás, pero te cuesta valorarte a ti mismo de la misma manera. Temes profundamente el abandono, anhelas la cercanía con cada fibra de tu ser, pero no puedes deshacerte de la molesta sensación de que, de alguna manera, no eres suficiente.
3. Apego evitativo: Confías en ti mismo, pero te cuesta valorar plenamente a los demás. La independencia no sólo es importante, es tu oxígeno. La intimidad a menudo te resulta sofocante, lo que te lleva a mantener la distancia emocional en las relaciones.
4. Apego desorganizado: Te cuesta confiar tanto en ti mismo como en los demás. El corazón tira de ti en direcciones contradictorias -deseas la conexión, pero te aterroriza-, a menudo, debido a experiencias dolorosas o caóticas en los primeros años de cuidado.
Según una fascinante investigación del psicólogo Dr. Phillip Shaver, sólo la mitad de los adultos han desarrollado patrones de apego seguro. Entre la otra mitad, aproximadamente el 20 % se identifica como ansioso, el 25 % como evitativo y el 5 % como desorganizado.
Aunque mi aporte se centrará específicamente en la curación del apego ansioso, exploremos, primero, los cuatro estilos con mayor profundidad para que puedas comprender mejor el paisaje emocional por el que navegamos.
Comprender tu patrón de apego no sólo es interesante, es transformador. Es el primer paso esencial hacia unas relaciones más sanas, la libertad emocional y el verdadero conocimiento de uno mismo.
Dr. Edgar Rodríguez V.
Director de ITEP
Presidente de IPSICOC
Entrenador, rater y supervisor en Terapia de Esquemas avalado por la ISST.
Citas: WhatsApp +51 999703396 (Perú) +1 9548546483 (USA).