
30/05/2025
Muchos de los conflictos emocionales que enfrentamos hoy tienen raíz en cómo aprendimos a vincularnos durante la infancia.
Recibimos una crianza por parte de nuestros padres, quienes a su vez replicaron el modelo que conocieron. Para ellos, eso era lo “normal” y “correcto”, y lo hicieron desde lo que sabían y podían en ese momento.
Hoy, como adultos, tenemos la posibilidad y la responsabilidad de observar, cuestionar y transformar ese modelo. No se trata de culpar a nuestros padres, sino de comprender que cada generación hereda aprendizajes y también tiene el poder de cambiar.
La infancia y los vínculos son la raíz de muchos procesos emocionales en la vida adulta. Trabajar desde ahí tiene un impacto profundo y preventivo.
Sanar no siempre es mirar atrás con dolor, sino entender cómo fuimos cuidados y elegir cómo queremos cuidar ahora.
🌱 Hoy elijo volver a compartir contenido con propósito, desde este espacio en el que hablamos de vínculos, crianza y salud emocional.
Gracias por estar aquí 💛