16/04/2025
ESTUDIOS REVELAN QUE ESTÁN AUMENTANDO LOS CASOS DE DERRAME CEREBRAL EN LOS JÓVENES
Durante años, los derrames cerebrales se asociaban con personas mayores, con abuelos que habían vivido décadas acumulando factores de riesgo. Era una enfermedad “de la tercera edad”, algo lejano para quienes aún no llegaban a los 50.
Pero algo ha cambiado.
Cada vez más jóvenes están ingresando a emergencias por síntomas neurológicos graves.
Y lo que antes era excepcional, hoy comienza a preocupar a médicos de todo el mundo: los casos de accidente cerebrovascular están aumentando entre personas de 25 a 45 años.
No se trata de una moda ni de una simple estadística. Es una tendencia real, sostenida y silenciosa.
Detrás de este fenómeno hay muchas causas posibles, pero todas tienen un punto en común: el estilo de vida moderno.
El estrés constante, las jornadas interminables frente a una pantalla, las dietas cargadas de ultraprocesados, el ci******lo, el alcohol, la falta de sueño, la hipertensión no diagnosticada, el colesterol alto y la poca actividad física… están dejando huellas en el cerebro, incluso cuando el cuerpo aún se siente “joven”.
Un derrame cerebral ocurre cuando una parte del cerebro deja de recibir sangre. Puede ser por un coágulo que tapa una arteria, o por la ruptura de un vaso sanguíneo que provoca una hemorragia interna.
En ambos casos, las neuronas empiezan a morir en minutos.
Y aquí está el verdadero problema: en personas jóvenes, los síntomas suelen ignorarse. Se piensa que es ansiedad, fatiga o un bajón de presión.
Pero cuando se trata del cerebro, cada minuto cuenta.
Los signos de alarma son claros, pero hay que saber reconocerlos:
– Dificultad repentina para hablar o entender
– Debilidad o adormecimiento en cara, brazo o pierna (sobre todo de un lado)
– Pérdida del equilibrio, visión borrosa, mareos
– Dolor de cabeza súbito, intenso, sin causa aparente
No importa la edad. Si estos síntomas aparecen, no se puede esperar a ver si “se pasa solo”. Hay que actuar, buscar ayuda de inmediato y acudir al hospital. Una hora puede cambiarlo todo.
El aumento de ACV en jóvenes es un llamado de atención.
Una invitación a dejar de creer que “eso no me puede pasar a mí”.
Porque el cerebro no distingue entre edades.
Y cuando se detiene… el tiempo no da segundas oportunidades.