28/11/2025
¿Viste el video?
Son 60 pies de altura. Mi equipo abajo animándome. Mi cuerpo temblando. Mi mente diciéndome mil razones para bajar.
Llegué al tope. Puse un pie. Intenté poner el otro... y me caí. No pude sostenerme derecha ni un segundo como deseaba.
Aquí están las pregunta:
¿En qué me enfoco? ¿En que "me caí"? ¿En que "no lo logré"? ¿En que "mi cuerpo no se balanceó"?
O... ¿en que SUBÍ 60 PIES aún con el temblor, aún con el miedo, aún con cada célula de mi cuerpo pidiéndome que me detuviera?
Esto es GRATITUD vs QUEJA en acción.
La queja me hubiera hecho ver solo la caída. La gratitud me permite ver la fuerza que me llevó hasta arriba.
Y aquí está la ciencia:
Cada vez que eliges enfocarte en lo que SÍ hiciste en lugar de lo que NO salió perfecto, estás reconfigurando circuitos neuronales.
Tu cerebro aprende a buscar posibilidades en lugar de solo fallas.
Tu amígdala (sistema de alarma) se calma.
Tu corteza prefrontal (toma de decisiones) se fortalece.
En tu vida profesional, ¿cuántas veces te enfocas en el pie que no pudiste poner... y olvidas los 60 pies que ya subiste?
Como mujeres líderes, tendemos a ser implacables con nosotras mismas. Vemos el 1% que "faltó" e ignoramos el 99% que conquistamos.
La queja crónica entrena a tu cerebro para ver solo lo que falta.
La gratitud lo entrena para ver lo que YA tienes, lo que YA lograste, la FUERZA que YA está en ti.
Antes de que termine semana, te invito a hacer este ejercicio:
Piensa en algo que no salió como querías.
Ahora pregúntate:
¿Cuántas veces elegiste la queja vs cuántas veces elegiste buscar algo por qué agradecer?
Comparte tu respuesta abajo. 👇
Porque tu cerebro está escuchando. Y está listo para recablearse hacia donde TÚ lo dirijas.
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