09/10/2025
Es importante entender que los sueros y las bebidas deportivas necesitan tener glucosa para poder cumplir con su función principal: hidratar correctamente. Esto no es un invento de las marcas, se basa en cómo funciona nuestro cuerpo. Fisiología básica:
En el intestino delgado hay una puerta especial llamada SGLT1, que permite que la glucosa y el sodio entren juntos a las células. A este proceso se le llama “cotransporte”, y significa que dos sustancias diferentes deben pasar juntas por esa puerta para poder llegar al otro lado.
Cuando la glucosa y el sodio pasan, el sodio se va a la sangre por una “bomba” natural que tiene nuestro cuerpo (la bomba sodio-potasio), y la glucosa también se mueve hacia la sangre a través de otra puerta llamada GLUT2.
Este paso conjunto es clave para que el agua y los electrolitos se absorban bien, ayudando a rehidratar al cuerpo de forma rápida y eficiente.
Por eso, decir que estas bebidas son malas solo porque tienen glucosa es un error. No son refrescos comunes: son bebidas con una fórmula médica o deportiva pensada especialmente para rehidratar cuando hay pérdida de líquidos (por fiebre, diarrea, ejercicio intenso, calor extremo, etc.). La glucosa no está ahí solo para endulzar, de hecho es necesaria para que el cuerpo pueda absorber líquidos correctamente.
Lo que sí está mal es que muchas personas las tomen como si fueran agua normal todos los días, sin que haya una razón médica o deportiva que lo justifique. Ese mal hábito debe cambiar, porque el consumo diario innecesario no aporta beneficios y puede tener efectos negativos a largo plazo.
Imagen de Adri Moreno