Tears of the soul

Tears of the soul This page will immerse you in stories that you have not even lived; it will catch you in every stanza read by you.

It will make you feel, feel, smell and even savor; whether in terror, love, conscience, sadness, joy, among other feelings.

🌟 ¡Ecuador: Nuestra Casa Sagrada y Tierra de Guerreros! 🇪🇨"Hoy, 31 de octubre, celebramos nuestro sagrado Escudo Naciona...
10/31/2025

🌟 ¡Ecuador: Nuestra Casa Sagrada y Tierra de Guerreros! 🇪🇨

"Hoy, 31 de octubre, celebramos nuestro sagrado Escudo Nacional, emblema que lleva grabada la historia, la geografía y la indomable alma de nuestra nación.

Con orgullo, alzo mi voz y mi espíritu, elevándolos hasta igualar el vuelo del majestuoso Cóndor andino, símbolo de nuestra soberanía, poderío y altivez.

Nos miramos en la inmensidad del grande Chimborazo, cuyas nieves perpetuas son la fuente de vida que se une al ímpetu vigoroso del río Guayas, simbolizando la eterna hermandad entre Sierra Costa y Oriente.

En esta tierra, donde la fuerza del espíritu prevalece, cada gota de sudor mezclado con lágrimas ha sido y sigue siendo la base sólida para construir el futuro de nuestras generaciones.

Ecuador no es solo un mapa; es nuestra casa, el hogar de mis hijos, el nido donde forjamos sueños con manos honestas.

Dios, en su infinita misericordia, ha sostenido y sigue sosteniendo a esta tierra bendita. Y aunque el mundo nos vea como un país pequeño, hemos demostrado en cada desafío de qué material estamos hechos.

Somos estirpe de guerreros indomables, gente que no se rinde ante la adversidad.

Llevamos con honor la sangre tricolor, herederos de un pasado glorioso y constructores de un mañana mejor.

Somos 100% ecuatorianos y 100% guayaquileños, con la gallardía de quien ama profundamente a su tierra.

¡Que esta celebración nos renueve el compromiso de defender y engrandecer siempre nuestro Escudo! ¡Viva el Ecuador, nuestro eterno hogar!"

Autor y escritor: Joel Colobon
Dirigido por: joel colobon

Colrothiago@gmail.com

“Vuelve a visitarme” A las tres diecisiete, la sombrame llamó del sueño, fría.Busqué el agua, calma, rumbo al baño,y el ...
10/31/2025

“Vuelve a visitarme”

A las tres diecisiete, la sombra
me llamó del sueño, fría.
Busqué el agua, calma, rumbo al baño,
y el aire se volvió un lamento.
No abrí la puerta.

El sollozo
vino de la oscura cocina.
Allí estaba, sin luz, silueta pura,
su voz, un eco: "¡Perdóname!"
Sus manos cubrían un rostro
que aún recordaba en la luz.

Me acerqué. Mi abrazo, un intento
contra el frío espectral de su cruz.
"Perdóname tú," le susurré al viento,
"por no ser lo que esperabas de mí."

Su llanto, una pena sin tiempo,
rompiendo la noche que vi.
"No llores," rocé su frente helada,
un último beso en la piel.
Trató de huir, sombra alada,
de mi cintura, de mi cruel.

"¡Quédate un poco más!", imploré,
mi voz, un n**o en la garganta.
"No puedo, el amanecer va a nacer,
y mi tumba me espera, me canta."

Me habló al oído, un último aliento,
mientras su imagen, difusa, se fue.
Se volvió aire, un mero lamento.
"¡Te volveré a visitar!" Le creí.

Autor y escritor:Joel Colobon
Dirigido por: joel colobon

Colrothiago@gmail.com

¡Feliz aniversario a mis increíbles seguidores! Gracias por el apoyo.Carlos Alban, River Furn, Pedro Porras
10/30/2025

¡Feliz aniversario a mis increíbles seguidores! Gracias por el apoyo.

Carlos Alban, River Furn, Pedro Porras

“Terror en la carretera de Georgia Estados Unidos”La madrugada era una losa de hielo sobre el mundo. El aire que se cola...
10/30/2025

“Terror en la carretera de Georgia Estados Unidos”

La madrugada era una losa de hielo sobre el mundo. El aire que se colaba por mis pulmones era cuchillos congelados, un frío horrendo que no era soportable, sino asfixiante.

La mañana, espesa y sin color, se sentía enferma. La autopista era una cinta de asfalto ahogada en la neblina; los faros de los escasos vehículos apenas perforaban la oscuridad.

Subí al coche. Encendí el motor, pero el silencio exterior era más ruidoso. Empecé a conducir, y entonces, la niebla se rompió.

Entre la penumbra pútrida, creí ver a tres figuras sobre ruedas. Tres sombras en bicicleta.

El conjunto era una aberración visual: dos siluetas bajas, de complexión extraña, pedaleando monturas desproporcionadamente altas.

El tercero, un tipo macizo, con hombros de toro, vestía de negro profundo, como si la noche se hubiera solidificado en tela, y se movía en una bicicleta infantil, ridículamente pequeña, que crujía bajo su peso.

Me acerqué al semáforo. La luz cambió a rojo, obligándome a detenerme y a observarlos mientras cruzaban. Fue entonces cuando mi estómago se encogió en un n**o de bilis y terror puro.

Un líquido espeso, casi negro en la penumbra, venía derramándose lentamente por la carretera detrás de ellos.

Los dos en las bicicletas altas llevaban un bulto deforme, envuelto en trapos, atado a sus espaldas, que parecía supurar en las esquinas.

El tipo fornido, el del triciclo grotesco, avanzaba con un puñal largo y sucio en su mano derecha; la hoja goteaba y su puño estaba barnizado en sangre que aún parecía tibia.

La realidad se me rompió en pedazos. Mi mente se vació en un grito mudo. No registré el semáforo ni el color, solo el hedor a hierro.

Entonces, un rugido infernal me sacó del trance: otra camioneta, invisible hasta el último instante, se acercó a mi derecha a una velocidad demoníaca.

Mientras los monstruos se acercaban a mi carril, vi el último detalle, el que hizo que mi alma se partiera. El tipo fornido llevaba algo guindado de la parrilla trasera de su bicicleta ridícula.

Un trofeo repugnante. Era una cabeza de mujer, balanceándose como un péndulo roto, con el pelo lacio, pesado por la humedad y la sangre coagulada.

El cráneo estaba abierto, perforado brutalmente con algo corto y afilado.

El miedo me convirtió en un animal. Un escalofrío helado, profundo como el hielo eterno, recorrió mi columna vertebral.

Comencé a temblar tan violentamente que los dientes me castañeteaban. La camioneta estaba a punto de devorarme.

Pisé el acelerador sin pensar, cruzando el rojo, buscando solo la huida. El impacto fue un relámpago blanco. Me lancé contra el parabrisas y quedé inmóvil, la visión girando en una espiral roja y negra, detenido en medio de la carretera.

El dolor me devolvió. Grité, pero el sonido murió en mi garganta.

Y entonces, el silencio. Miré a un lado y a otro. No había camioneta. No había restos de colisión.

No estaban los ciclistas ni la cabeza macabra. La carretera estaba vacía, limpia. No había ni una sola mancha de ese líquido rojo.

Me pregunté, temblando sobre el asiento: ¿Qué abismo se acaba de abrir en mi mente?

Autor y escritor: Joel Colobon
Dirigido por: joel colobon

Colrothiago@gmail.com

10/28/2025

Hoy celebro 1 año en Facebook. Gracias por su apoyo constante. No podría haberlo logrado sin ustedes. 🙏🤗🎉

Joel Colobon

“Redencion en el camino”No estoy aquí para ofrecerles píldoras mágicas ni soluciones rápidas, porque no existen. Estoy a...
10/28/2025

“Redencion en el camino”

No estoy aquí para ofrecerles píldoras mágicas ni soluciones rápidas, porque no existen. Estoy aquí para señalar un camino, un camino que no es una huida, sino un refugio.

Hay un camino, una senda, una salida verdadera que te saca de ese círculo vicioso de la desesperación. Esa salida se llama "DIOS".

Sé que las creencias son personales, y esta no es una imposición. Sea que creas en Dios o no creas, es decisión tuya.

Pero te ruego que consideres esto: cuando el mundo te ha fallado, cuando tu propia fuerza se ha agotado, y cuando los brazos de la muerte parecen la única comodidad, hay una fuerza mayor que te ofrece amor incondicional y propósito.

Si no puedes levantarte por ti mismo, búscalo. Si no encuentras una razón para respirar, pídele que te la muestre. Él no te juzga por dónde has estado; solo te pide que dejes de entregarte a los brazos equivocados.

Hoy, elijo la vida, elijo la esperanza y elijo la fe. Y te pido a ti, con toda la fuerza de mi alma, que hagas lo mismo.

Detente, piensa, y elige el camino que te lleva a la vida, no a la tumba prematura.

Gracias.

Autor y escritor: Joel Colobon
Dirigido por:

Colrothiago@gmail.com

¡Recibí 5 reacciones y 3 respuestas en mi publicación destacada reciente! Gracias a todos por su apoyo constante. No pod...
10/26/2025

¡Recibí 5 reacciones y 3 respuestas en mi publicación destacada reciente! Gracias a todos por su apoyo constante. No podría haberlo logrado sin ustedes. 🙏🤗🎉

"El baúl de los recuerdos"

Recuerdo mi adolescencia llena de rebeldía. Cerraba mis oídos a los buenos consejos como si fueran un zumbido molesto, y cuando me pedían hacer algo, me aseguraba de hacer lo contrario.

Me sentía como un barco que navegaba sin brújula, chocando contra las olas de la autoridad solo por el placer de sentir el golpe.

Cuando mis padres me sentaban para corregirme, mi mente se escapaba a un mundo lejano y silencioso, un lugar donde solo yo existía y donde sus palabras no podían alcanzarme.

Era un lugar sin reglas, un refugio que construí para no tener que escuchar ni ceder ante nadie.

Pero a mis diecinueve años, en medio de la tormenta de mi propia indiferencia, escuché una voz. No diré que me dijo aquella voz, eso lo llevo conmigo, como una promesa grabada a fuego en mi alma.

Desde aquel momento, mi mente cambió. Entendí que la vida que tengo no me pertenece, y siempre he sabido que Dios es real.

Le he prometido muchas cosas, que a su vez no he cumplido, y ese peso ha sido mi constante compañero.

Un día, en el hospital, mientras el frío de la sala se colaba por mis huesos y la luz de un monitor parpadeaba junto a mi cama, alcé mis ojos al cielo.

En mis pensamientos elevé una súplica, una oración cruda y desesperada, como la de alguien que apenas se enamora y teme perderlo todo antes de empezar.

"¡Haré todo cuanto me pidas, caminaré contigo, pero la vida aún no me la quites!" prometí, con la voz del miedo en mi garganta, sintiendo por primera vez el verdadero peso de mi existencia.

Tú que estás en la adolescencia, en la plena juventud, no permitas que la estupidez ciegue tu mente y que los buenos consejos de tus padres terminen en la basura.

Esa edad es tan pasajera como algo que deseas con locura y que, al obtenerlo, te sacia y luego lo repugnas. Pronto, la rebeldía que hoy sientes como poder se convertirá en la melancolía de un tiempo perdido.

Pronto querrás a tus padres contigo, y querrás a Dios a tu lado, y entonces sabrás que es demasiado tarde. Abre los ojos hoy, antes de que el silencio del arrepentimiento sea lo único que te acompañe en las largas noches de la vejez.

Autor y escritor: Joel Colobon
Dirigido por:

Colrothiago@gmail.com

“Las artimañas del señor Lars Bowman”La bruma de un noviembre en Astoria, Nueva York, siempre es fría, pero aquel 4 de n...
10/25/2025

“Las artimañas del señor Lars Bowman”

La bruma de un noviembre en Astoria, Nueva York, siempre es fría, pero aquel 4 de noviembre de 2025, el verdadero escalofrío no vino del clima.

Mi compañero David, Richi y yo trabajábamos bajo el sol pálido en la propiedad de la 22-39 21st St, terminando la instalación de cerámica. Nos habíamos ganado el sudor; solo esperábamos el pago.

En cambio, se nos presentó el dueño, el Sr. Lars Bowman, un hombre que se movía con la autoridad del que cree que el dinero le ha comprado el derecho a la crueldad.

Su llegada no fue silenciosa, sino un estruendo de soberbia. Bowman no venía a inspeccionar la obra, venía a inspeccionarnos a nosotros.

"¡Estúpidos de m***a hispanos que estropean nuestra lengua, perros esclavos que no saben inglés! ¡Odio su miserable lengua de m***a! Ojalá y se pudran, m***tos esclavos.”

La palabra "esclavo" cayó como un latigazo. Una y otra vez. Bowman se deleitaba en la repetición, saboreando el poder de reducirnos a una mercancía desechable.

No importó que Richi entendiera cada palabra en su perfecto inglés; la arrogancia de Bowman era sorda ante la realidad.

Tuvimos que sacar nuestro teléfono, como si el idioma no fuera la barrera, sino la absoluta falta de humanidad en sus palabras.

Pero el pico de su veneno aún no había llegado. Con una sonrisa de depredador, nos miró a los ojos, deteniendo la respiración en el aire congelado.

"A estos perros les llamaré a migración para que sean deportados, ¡malditos infelices!" El silencio que siguió no fue de paz, sino de pánico total.

En ese instante, Bowman nos despojó de nuestro esfuerzo y nos envolvió en un terror ancestral. David y yo quedamos exhaustos, no por el trabajo físico, sino por el trauma inyectado en nuestras venas.

Al día siguiente, la idea de volver era un tormento. Solo la súplica de Joseph Ramos, nuestro jefe inmediato, quien se sentía atado por su propia obligación contractual, nos hizo regresar. Pero Bowman había afilado su hacha.

Ahora atacaba a Joseph. "¡Viejo inepto apestoso y desagradable! ¡M***te, viejo estúpido que no sirves para nada! Si no terminas, no te pagaré." Joseph, el hombre humilde que nos había pedido que regresáramos, simplemente agachó la cabeza.

A pesar de todo, entramos a terminar. Al caer la tarde, Bowman inspeccionó la pared. Midió cada esquina de la cerámica, palmeó el trabajo... y asintió. Estaba listo. Pensamos que, por fin, la pesadilla había terminado.

Fue un error de ingenuidad fatal.

El verdadero juego perverso de Lars Bowman se reveló a la mañana siguiente. Había cubierto toda la pared de cerámica con papelitos de color azul. No había notas de corrección, solo un desprecio pasivo-agresivo.

Era una marca de rechazo caprichoso, un abuso de poder silencioso que se repitió durante una semana y media. Trabajábamos, él aprobaba; trabajábamos, él marcaba de azul. Era un ciclo de Sisifo diseñado para quebrarnos.

Y, por supuesto, no pagó.

Su despedida fue un eco ensordecedor de su arrogancia inicial, dicha con la impunidad del que sabe que tiene la ley de su lado:

"No les pagaré, estúpidos inmigrantes de m***a, malditos esclavos. Si pasan por aquí, les llamaré a migración."

Desde aquel día, cada sirena, cada sombra, me devuelve a esa pared azul, a esos insultos, y al terror de la deportación.

Bowman nos robó el dinero, sí, pero lo que realmente nos quitó fue la paz. Y ese es el trauma con el que he vivido desde entonces.

Autor: Alexander Guerrero
escritor: Joel Colobon
Dirigido por: Joel colobon

Colrothiago@gmail.com

“Aprovechemos con limites”Aprovechemos cada oportunidad, siempre y cuando sea buena.Sé que esto suena un poco absurdo, p...
10/24/2025

“Aprovechemos con limites”

Aprovechemos cada oportunidad, siempre y cuando sea buena.

Sé que esto suena un poco absurdo, pues a men**o no medimos si una oportunidad es buena o mala. Y, aunque sepamos la verdad, pareciera que nos inclinamos más por aprovechar las malas que las buenas.

Sincerémonos con nosotros mismos y dejemos de engañar a los demás, porque al final, la única persona que realmente engañamos somos nosotros.

Aprovechemos, sí, cada oportunidad que se nos presente, pero también midamos los riesgos.

Preguntémonos: "¿Será que a futuro habrán repercusiones o será factible?"

Aprovecha las risas, pero también las lágrimas.

Aprovecha los gritos, pero también el silencio.

Aprovecha la música, pero también la lectura.

Aprovecha el comer, pero también el ayunar.

Aprovecha el correr, pero también el descansar.

Y aprovecha el amor, siempre y cuando sea puesto por Dios.

No me vengas con esa estupidez de que "aprovecha al equivocado mientras llega el indicado", porque sus consecuencias serán lágrimas de arrepentimiento.

Aprovecha, pero con límites.

Aprovechemos buscar a Dios ahora que estamos en vida.

Autor y escritor:Joel Colobon
Dirigido por: joel colobon

Colrothiago@gmail.com

“Amor com sabor a muerte 4”Mi cuerpo comenzó a reaccionar con un escalofrío intenso. De pronto, sentí que las nubes se a...
10/23/2025

“Amor com sabor a muerte 4”

Mi cuerpo comenzó a reaccionar con un escalofrío intenso. De pronto, sentí que las nubes se acercaban con una facilidad irreal.

Vi el cielo abrirse, y truenos y relámpagos corrían por la inmensidad azul. Fuertes cargas eléctricas eran las venas del cielo, dándole vida a una voz potente.

Solo me quedaba tomar la mano de la silueta que antes había gritado la advertencia del veneno y que me había ofrecido ayuda.

Mis amigos habían desaparecido. Yo exhalaba mis últimos alientos en la casa, sabiendo que la mujer que decía amarme era la responsable.

De pronto, algo extraño sucedió. El cielo se apaciguó y comencé a sentir un sueño profundo.
Levanté mi mano y apenas toqué la punta del dedo de quien decía ayudarme.

Justo allí, mi alma fue arrancada desde las entrañas de la profesora poseída. Sentí cómo volvía a mí con más fuerza y vigor. Un nuevo corazón me fue dado; fui renovado por completo.

La profesora estaba estupefacta. Sus gritos aumentaron, chillándome: "¡No me abandones, cariño!"

Quien me había dado la mano sacó un alambre de púas y comenzó a golpear a la profesora. El alambre empezó a desprender su piel, haciéndola pedazos. Trozos de carne caían al piso.

Ella gritaba y lloraba. Su imagen fue cambiando a la de un ser humano normal, a la de la mujer bella que siempre había sido.

Su cuerpo se cubrió de sangre marrón. Estaba pegada a la pared, llorando y suplicando: "¡No lo volveré a hacer!". Lloraba tan amargamente que quien me ayudó le arrancó los brazos con el alambre de púas.

La desmembraba poco a poco, pero su arrepentimiento no era suficiente. Luego vi el alambre de púas en su cuello, y justo cuando iba a desgarrar su cabeza del cuerpo, alguien me dio una fuerte bofetada que me despertó.

Abrí los ojos. Allí estaba ella, acostada junto a mí, tranquilamente abrazándome. Yo estaba sudado y agitado. Ella despertó, me miró y solo me dijo: "Te amo, mi tesoro".

Autor y escritor:Joel Colobon
Dirigido por: joel colobon

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“Amor con sabor a muerte3”Luego, ella presionó su cuerpo contra el mío, sofocándome. Era algo fuera de este mundo. Sus d...
10/21/2025

“Amor con sabor a muerte3”

Luego, ella presionó su cuerpo contra el mío, sofocándome. Era algo fuera de este mundo. Sus dedos, que ya habían atravesado mi pecho, palparon el líquido viscoso y caliente que bombeaba mi corazón.

Al tocarlo, vi que sus ojos se retorcían y su cuerpo temblaba de una emoción oscura. Yo sentí que ella perdía fuerzas y suplicaba que mi corazón siguiera latiendo en sus dedos. Ahora ella estaba dentro de mí, dentro de mi pecho, y seguía moviéndose encima de mí.

Yo, desesperado, la mordía, la golpeaba, le jalaba el cabello, pero nada servía. Cada acto de resistencia solo la excitaba más. Aullaba fuertemente, repitiendo: "¡Quiero tenerte dentro de mí!"

Por fin, logró arrancarme el corazón. Al hacerlo, se sintió majestuosa y plena. Sus ojos brillaron con una oscuridad tensa. Ella no podía creer lo que tenía en sus manos. Yo daba mis últimos respiros, pero aún estaba consciente.

Ella presionó su v***a junto a mis caderas y gritó: "¡Quiero concebir!" Al mismo tiempo, alzó sus manos y abrió su boca para tragarse mi corazón que aún tenía vida.

Por una extraña razón, aun moribundo, sentí una sensación de excitación recorrer todo mi cuerpo, algo que vibraba en mi interior, algo que, a pesar de estar muriendo, me hacía sentir vivo.

Toda esa vibrante excitación, desde la punta de mi pie hasta la coronilla de mi cabeza, se alojó en mis caderas.

Sentí que mi alma se arrancó de mí, introduciéndose dentro de ella. Cuando sintió que mi vida entraba en ella, gritó con fervor: "¡Lo he conseguido! ¡Eres mío!"
Inmediatamente, ella supo que había concebido. Sin dudarlo, se tragó mi corazón, aún latiendo.
Pero, yo aún seguía con vida.

Continuara……

Autor y escritor: Joel Colobon

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Dirigido por: joel colobon

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