13/10/2025                                                                            
                                    
                                                                            
                                            Te amé, aunque nunca fuimos algo que pudiera contarse.
No tuvimos un “¿quieres ser mi novia?”
No hubo un “feliz aniversario”.
Nunca fuimos la pareja que se toma fotos en la playa, ni la que sube historias con canciones de amor.
Y sin embargo…
te amé.
Te amé con cada mirada robada.
Con cada mensaje que no podía llevar tu nombre.
Con cada despedida disfrazada de “hasta luego”.
Fuimos esos que se encontraron en el momento menos oportuno…
pero que se sintieron como destino.
Tú llegaste cuando yo aún peleaba con mis fantasmas.
Y yo llegué cuando tú ya habías hecho promesas que no me incluían.
Aun así, nos dimos un espacio —uno chiquito, clandestino, pero real.
Un espacio donde no existían las etiquetas, solo lo que sentíamos.
No fuimos novios.
No fuimos nada “oficial”.
Pero dime tú…
¿cuándo lo “oficial” ha significado tanto como lo que tuvimos?
Nos bastó una conversación para reconocernos.
Un abrazo para sentirnos en casa.
Un silencio para entenderlo todo sin palabras.
Y sí… dolió.
Duele todavía.
Porque no se trata solo de que no pudimos estar juntos.
Se trata de que yo sí quería quedarme.
Y tú también… pero no se podía.
A veces la vida es así de cruel.
Cruzas caminos con alguien que lo tiene todo…
menos el momento correcto.
Y entonces te toca soltar.
No porque no ames,
sino porque ese amor no cabe en la realidad que los rodea.
Hoy ya no estás.
No sé si alguna vez realmente estuviste, al menos no como se espera que alguien “esté”.
Pero te llevo en mí.
En mi memoria.
En ese rincón de mi alma donde guardo las cosas bonitas que no pudieron ser.
Eras mi “si tan solo”.
Mi “qué hubiera pasado si…”
Mi amor a escondidas.
Mi historia sin final feliz…
pero con mucho amor de verdad.
Gracias por ser eso que me hizo creer, aunque fuera por poco.
Gracias por enseñarme que hay amores que no necesitan un título, ni un lugar, ni un permiso para quedarse grabados en el alma.
Fuimos todo. Y no fuimos nada.
Pero ese “todo”… me marcó para siempre.
Créditos al autor ✍️
 📚📖
❤️❤️❤️