
04/09/2020
Normalmente uno parte buscando llegar del punto A al B, pero termina en el punto J. Nos cuestionaremos cómo llegamos acá, pero quizás también nos demos cuenta que en J es exactamente donde queremos estar.
Cuando inicie mi camino, no buscaba empezar una cuenta de instagram. Y mucho menos embarcarme en los proyectos en los cuales estoy en este momento. Mi única meta era bajar de peso.
A medida que fui aprendiendo de mis emociones, de las razones por las cuales comía y de otros métodos de alimentación, fue que dejé atrás la meta de bajar de peso. Ahora la meta era generar una relación sana con la comida. Una que no fuera otra dieta más, sino una relación sostenible en el tiempo. Quién iba a pensar que terminaría bajando de peso igual, pero sin sufrir!
Al punto que quiero llegar es que es bueno re-evaluar nuestras metas de manera cíclica. De esta manera podemos re-calibrar nuestros instrumentos. Revisar los pasos a seguir, descartando los que ya no tienen sentido y agregando los faltantes. Y también es un muy buen momento para mirar atrás. Apreciar lo que hemos sido capaces de hacer. Disfrutar de lo que hemos avanzado. Y estar orgullosos de nosotros mismos.