09/09/2021
El uso de las camisas de fuerza con el fin de evitar que el paciente se lastime a sí mismo o a otras personas, ha sido con frecuencia cuestionado. La falta de un trato humano en las instituciones de salud mental siempre ha estado en tela de juicio. Esto se debe a múltiples causas que van desde, personal no entrenado, estigmatización de los pacientes y, poco interés de las instituciones gubernamentales en apoyar dichas área de la salud mental. El uso de estas camisas de fuerza, ha llegado a ser, por demás inhumano, la fuerza que dicha prenda ejerce sobre los pacientes puede llegar a sofocar la respiración, cortar y/o inchar las extremidades expuestas y, después de varias horas dejar parcial o totalmente insensibles dichas partes del cuerpo. Afortunadamente, la psiquiatría, los psicofármacos y la psicoterapia poco a poco y con paso firme han reducido en muchos casos el uso de esta prenda.