
11/05/2025
Un día decimos sí, y es para toda la vida. Ser mamá y ser hijo, desde cada ángulo de este vínculo, se recibe y se da. Cuando el hijo es pequeño parece que solo tomara de la madre, pero en realidad, el hijo le amplía el corazón a la madre para tener más capacidad para amar. Recuerdo que cuando me convertí en madre, los primeros momentos de desvelo, cansancio y miedo, me sorprendieron. Cómo era posible que alguien tan pequeño causara una gran conmoción en mi vida.
Y aunque el tiempo pase, las pruebas aumentan y se superan, pero siempre llegan nuevas pruebas. Cada etapa me ha dejado resiliencia, aprendizajes, fortaleza, sabiduría, respeto y una gran satisfacción en el corazón.
Ya mi hijo tiene 19 años, se gradua pronto de la escuela. Las lecciones siguen. A esta edad, me enseña a aceptar sus decisiones y su destino. Y también, me deja llena de satisfacciones, hoy que es el día de la madre, ya me invita a cenar, me trae flores y me abraza con ternura en gratitud por lo dado. Siento Amor.
Mayadari del Sol
Y a ti,
¿Qué te han dejado tu hij@s como aprendizajes?
Como has crecido?
Comparte tu parte desde el corazón, a todos nos nutre lo que aprendemos de la vida.