23/09/2022
El estudio
Para llevar a cabo la investigación, los expertos analizaron biopsias pulmonares de 16 personas, incluidos fumadores, exfumadores, personas que nunca habían fumado y niños. Secuenciaron el ADN de 632 células individuales no cancerígenas y observaron el patrón de cambios genéticos en las mismas. Los investigadores descubrieron que, a pesar de no ser cancerígenas, más de 9 de cada 10 células pulmonares en los fumadores tenían hasta 10.000 cambios genéticos adicionales, mutaciones, en comparación con las de los no fumadores, y estas mutaciones estaban causadas directamente por los químicos en el tabaco.
Más de una cuarta parte de estas células dañadas tenían al menos una mutación que propiciaba la aparición del cáncer, lo que explica por qué el riesgo de cáncer de pulmón es mucho mayor en las personas que fuman. Inesperadamente, en las personas que habían dejado de fumar, había un grupo considerable de células que recubren las vías respiratorias que habían escapado del daño genético del hábito que esa personas había tenido. Genéticamente, estas células se parecían a las de las personas que nunca habían fumado: tenían mucho menos daño genético por fumar y un bajo riesgo de convertirse en cáncer.