08/06/2023
REAPRENDIENDO A VIVIR SU VIDA
¿Ha vivido la experiencia de quedar atrapado en medio del tráfico pesado? Los minutos parecen horas y el auto se mueve a paso de un caracol. Los demás conductores manejan su frustración tratando de pasar a otros vehículos usando la berma al lado del camino. Los conductores de carga pesada se desplazan lentamente y crean enormes obstrucciones en el camino. ¡Si tan sólo fuese posible pasarlos! ¡Si tan sólo uno pudiese adelantarlos! Finalmente usted logra hacerlo y pasa el bloqueo de autos y se apresura por la autopista sin ningún obstáculo por delante. Rápidamente su molestia queda atrás y usted se siente libre. Ha llegado al otro lado.
"¿Cómo sabré que he llegado al otro lado? ¿Cuál será la señal de que el peor dolor ha terminado? ¿Cómo me voy a sentir cuando me recupere de mi pérdida?" ¿Se ha hecho usted esas preguntas? Queremos saber cuándo y cómo. La recuperación es esencial para cualquier clase de duelo pero el tiempo real de la recuperación varía dependiendo del tipo de pérdida y de su intensidad.
¿Alguna vez ha estado en un hospital para que le practiquen una cirugía? Si es así, usted conoce el proceso. Una vez terminada la operación, lo llevan a la sala de recuperación, donde se queda unas cuantas horas hasta que termina el efecto de la anestesia. El término "recuperación" es un poco inexacto para esta sala porque ciertamente no significa recuperación total sino que se refiere a asegurarse de que usted se adapte a los efectos producidos por la operación y esté listo para sanarse y llegar a tener una mejor salud. Lo mismo sucede con el duelo.
"Recuperación" no significa volver a ser como usted era antes. Eso no sucederá. Usted tiene que desarrollar una nueva vida y un nuevo estado de normalidad. La "recuperación" realmente es reaprender a vivir su vida.
Durante los primeros meses del duelo la recuperación es semejante a salirse de la autopista principal durante cada cierta cantidad de millas, debido a una construcción. Las señales de tránsito lo dirigirán por pequeños pueblos y caminos pedregosos que no esperaba encontrar ni planeaba visitar y lo harán moverse mucho. Aunque usted esté viajando en la dirección apropiada, en el mapa el trayecto que está siguiendo se parecerá más a los dientes de un tiburón que a una línea recta. Aunque esté llegando gradualmente adonde quiere estar, a veces dudará si alguna vez llegará a la ruta de destino. ¿No se ha sentido de esta forma? A mí me ha sucedido y a mis amigos también...
Ojalá sus amigos y parientes sean una fuente de apoyo en su recuperación pero la respuesta de ellos probablemente esté mezclada. Usted oirá palabras de apoyo que lo consolarán al igual que aseveraciones que lo herirán. La expresión "Lo siento", la cual no da consuelo, se volverá repetitiva y dolorosa. Algunas personas no sabrán cómo responder al dolor que usted siente y optarán por desaparecer. Algunos se volverán impertinentes e invasivos y le dirán que hacer, qué sentir y cuánto tiempo durará la recuperación. Es correcto que elija a las personas que usted quiere cerca suyo y aquellas a las que no. Necesita a las que estarán allí todo el tiempo que sea necesario.
Con todo, después de cierto tiempo es probable que se sienta olvidado.
En los días inmediatos a la pérdida, usualmente somos bombardeados por visitas, ofrecimientos de ayuda, llamadas telefónicas, flores y condolencias. Luego nos encontramos con el síndrome de los diez días; la mayoría de las historias importantes que hacen noticia tienen cerca de diez días de cubrimiento en los medios y luego se convierten en noticias viejas que deben dar paso a las nuevas.
La experiencia del duelo usualmente es algo similar.
A medida que pasan los días, las llamadas, las condolencias y el consuelo disminuyen. Es como si todos estuviesen tratando de retornar a "su" mundo anterior a la tragedia. Entre tanto, nosotros apenas estamos iniciando el largo y difícil camino del duelo y es cuando más necesitamos apoyo.
Lo que usted seguramente anhela en ese momento es alguien que pueda estar presente de forma constante en su vida; cuando lo encuentre, disfrútelo como un regalo.
Libro: CUANDO LA MUERTE NOS SEPARA...
H. NORMAN WRIGHT
CAP. 29 PÁG 117-119