
18/07/2025
A veces decimos “sí, todo bien” mientras por dentro estamos a punto de explotar, como una olla a presión. Nos acostumbramos a contener, a restarle importancia al dolor, al cansancio o a la tristeza, hasta que el cuerpo o el alma nos dicen basta. Y en medio de ese malestar, muchas veces notamos que hay personas a nuestro alrededor que, en lugar de sumar, nos restan: nos quitan paz, tiempo, alegría, motivación. La vida es demasiado corta para sostener vínculos que nos drenan.
Llega un momento en el que entendemos que cuidarnos también implica poner límites, alejarnos de quienes no nos hacen bien, y soltar lo que ya no vibra con nuestro bienestar. A veces toca despedirse, agradecer por lo vivido, y seguir. Porque soltar no siempre es perder: muchas veces, es crecer. 🌿
👈🏻