09/08/2023
                                            ¿Sabía usted que su ser lo conforman tres dimensiones? Cuerpo, mente y espíritu, los tres elementos a la vez te representan, de nada sirve centrar el esfuerzo en uno solo de estos como por ejemplo en nuestro cuerpo, si nuestro espíritu está inquieto, o nuestra mente está agotada. Aprendamos un poco más de esto. 
Lograr el equilibrio entre ellos es vital, Como lo podemos ver en esta figura hecha en madera, con un color diferente en cada una de las piezas, pero que cada una de ellas representa uno de estos elementos, Cuerpo, mente y espíritu. (desde abajo hacia arriba), Si estas piezas no están conectadas, se derrumba el ser, en toda su integridad, como se ve en la segunda imagen. 
Lograr el equilibrio entre ellos es la clave para alcanzar una vida plena. 
Probablemente la parte de ti que mejor conoces es tu cuerpo. Dedicas parte de tu rutina diaria a asearlo, alimentarlo, vestirlo, mimarlo, entrenarlo… La verdad es que nos demanda altas dosis de energía. ¿Te suena aquello de «tu cuerpo es un templo sagrado»? Pues es cierto, nuestro bienestar pasa por cuidarlo. No lograremos un equilibrio si no tenemos buena salud y buen aspecto. Para ello, debemos cuidar la dieta y hacer ejercicio, entre muchas cosas, en este aspecto los cirujanos plásticos podemos realizar cambios y modificaciones a tu cuerpo, por el deseo personal de ser aceptados por otros, pero no solamente estamos formados por el cuerpo, tenemos otros elementos en nuestro ser. También tenemos; Otra dimensión muy presente en nuestro día a día que  es la mente. Imposible escapar de los pensamientos, las emociones, de la toma de decisiones, preocupaciones… Nuestra existencia y devenir proviene de ella. Trabajar la concentración y proponernos metas es fundamental para lograr el equilibrio vital. 
Cuidar la mente implica cuidarnos a nosotros mismos. Tómate el tiempo de conocerla, de conocerte. La escritura y la lectura pueden llegar a tener grandes beneficios para tus emociones, por ejemplo. Aprender, fijarte en cómo trabajan su equilibrio vital otras personas, también es beneficioso y muy enriquecedor.
El espíritu, el alma, eso que nos caracteriza y nos hace únicos es el tercer elemento que nos define. Sin embargo, es mucho más escurridizo que el cuerpo y la mente y, por tanto, mucho más fácil de descuidar. Esta parte inmaterial de nuestro ser debemos cultivarla, mimarla y quererla igual que a las otras dos. 
Pero, ¿cómo puedes hacerlo? Pues bien, resulta tan sencillo como tomarte el tiempo de pensar en ti y concentrarte en sentirte bien durante ese momento que te regalas cada día. Enfocar tu presente, el aquí y el ahora, ser plenamente consciente de ti mismo. Dar las gracias por las cosas buenas que nos ha deparado el día. Trabajar las emociones que nos han afectado negativamente, El mindfulness (consciencia),  es una herramienta que nos puede ayudar mucho, así como la meditación. Apaciguar el cuerpo y la mente revitaliza el espíritu, aumenta tus espacios de silencio, y el alma sola te lo agradecerá.