22/08/2023
Un cuento para antes de dormir...
❄🖤 LA BRUJA BLANCA. 🖤❄
Como todas las noches ella rondaba por la ciudad, vagaba por los callejones más obscuros, volaba sobre los techos de las casas, nadaba entre las aguas negras de las alcantarillas.
Siempre sola, con su cabello largo, blanco, con sus ojos triste y a la vez llenos de venganza. Sus manos delgadas y uñas largas con deseo de sangre. Así eran sus noches eternas, maldita por su rencor, maldita por ella misma.
Una de tantas noches vagaba por las calles empedradas, buscando una más de sus víctimas, buscando corazones llenos de rencor, de desprecio y de maldad. Esa noche camina por las sombras una mujer amargada y rencorosa.
Se escuchaban sus pasos acelerados al sentir la presencia de alguien cerca de ella. No pudo más y se atrevió a preguntar.
—¿Quién anda ahí?
—¿Qué mueve tu negro y ma***to corazón hermana?
—¿Hermana? ¿Quién eres?
—Somos hermanas, no de sangre pero si de odio y de rencor. Siento como laten nuestros obscuros corazones al mismo son.
—¿Acaso eres tu hermana Bruja?—pregunto sin temor.
—¿Quién más podría ser? ¿Acaso no tienes miedo de mi?
—Jamás. Hace mucho que espero nuestro encuentro. Hace mucho que te espero querida bruja Blanca.
—Que mi presencia ante ti sea lo que deseas ver.
De pronto salió de la obscuridad una mujer alta, delgada y de piel clara, con el cabello largo y completamente blanco. Sus ojos azules como el mar, podías ver su reflejo en ellos sin dudar.
—Malditos sean mis ojos que me permiten ver tu belleza inimaginable.
—Malditos han sido ya—contestó con una bella sonrisa
—¿Cuál es el motivo de querer verme desde hace tiempo?
—Quiero que me ayudes a destruirlo.
—¿Acaso hablas de algún hombre que te ha traicionado?
—Me avergüenza aceptarlo hermana.
—Así que, ¿Jugó contigo?
—Me ha ganado el amor querida hermana pero ese mismo amor es el que llena de odio y rencor mi corazón. Quiero que lo destruyas, que saques su corazón y me lo entregues para aplastarlo.
—¿Qué te ha hecho para querer este deseo?
—Me prometió amor. Me enredo con sus dulces palabras, con sus tiernas caricias y con las promesas falsas que me hizo creer.
—¿Acaso no haz aprendido aún?
—Se veía tan sincero, le creía cada palabra, sentía que sus caricias eras solo mías y su corazón latía por mí. Pero no fue así...
Lo descubrí, caminando del brazo con una hermosa señorita por el parque principal. Me acerqué a saludarlo pensando que quizá era su dulce hermana o una prima de la ciudad, pero no fue así.
Me acerqué a él querida hermana para saludarlo, me volteo la cara con desprecio. Escuché a la dulce señorita que lo acompañaba decirle si me conocía, pues vio la forma en que lo miraba con dulzura.
Claramente escuché su rotundo "debe ser una pordiosera que pide limosnas por aquí".
—¿Pordiosera se atrevió a decirte?
—Soy humilde, soy trabajadora, me dedico a sembrar mis hortalizas y venderlas en el mercado. Ahí fue donde lo conocí, pero en ese entonces me decía lo hermosa que era, lo hermoso que son mis ojos y lo bella que mis manos son.
Pero ese día escuché sus palabras y al mismo tiempo mi corazón romperse. La hermosa señorita lo regaño, le dijo que no fuera grosero y después ella me sonrió.
Cuando los perdí de vista mis lágrimas comenzaron a salir y desde ese día no han parado. Ayúdame hermana bruja, ayúdame a calmar este dolor. Arráncale el corazón como él lo hizo con el mío y solo así saciare mi dolor.
—Tu deseo se cumplirá querida hermana antes de lo planeado. A unas cuantas calles se encuentra ese mal hombre y pronto pasará por este lugar. Ve y escondete que pronto tu venganza se cumplirá.
Pasaron unos minutos, cuando el sonido de unos pasos detuvo el silencio, era él, el hombre ma***to caminando cerca de ellas.
—¿Pero qué hace una mujer tan guapa como tú sola a estas horas de la noche?
—¿Acaso me habla a mi querido señor?
—No veo ninguna otra mujer cerca y mucho menos así de guapa como usted. Permítame acompañarla en esta obscuridad.
—Con gran placer acepto, me hace falta un hombre como usted. Alto, guapo y fornido, un galán debe usted ser.
—Venga y acérquese señorita que nada le haré.
La bruja Blanca camino cerca de él, se acercó hasta permitirlo rodear su cintura con sus manos y poder acercarse a su oído.
—El que debería preocuparse de eso es usted mi querido señor. Esta noche es la última que podrá usted respirar, esta es la última noche en qué otro corazón podrá usted lastimar.
Su cara se empalidecio y de forma certera sintió como algo entraba en su pecho, repentino y veloz fue el movimiento. La bruja metía su mano al pecho para sacar el corazón, lo tomó y apretó dentro de él, quería que sintiera el dolor, quería que sintiera como sus manos lo estrujaban, quería que supiera cómo se siente romper un corazón. De las sombras salió aquella mujer que pidió ese deseo.
—Acercate hermana. Eh aquí el hombre que rompió tu corazón, que hizo falsas promesas y que daño tu alma.
—Aquí está la pordiosera a la que negaste hace unos días.
—¿Tú? Pero, pero qué…
La bruja Blanca apretó aún más su corazón y lentamente lo sacó, lo coloco en las manos de aquella dulce e ingenua mujer, que entrego su corazón y su virtud a ese mal hombre que la engaño.
—Aquí tengo tu corazón y jamás en la vida podrás enamorarte en verdad, te maldigo para que vivas una vida vacía, sin amor, sin sentimientos por la eternidad—tomo su corazón y lo tiro al suelo, lo aplastó mientras repetía una y otra vez esa frase.
—Pero, ¿Qué haces?—preguntaba desesperado el hombre
—Te maldigo para que vivas una vida vacía, sin amor, sin sentimientos por la eternidad.
—He cumplido tu deseo hermana, es momento de partir, tu corazón y el mío se han unido por la eternidad. Asi como maldices a este hombre, así será tu maldición por igual.
—Pero, ¿Qué dices hermana ? ¿Acaso no he sufrido ya?
—Asi es, haz sufrido y seguirás sufriendo al maldecir a este hombre. Tenías la oportunidad de ser feliz, de dejarlo pasar, de darte a respetar y jamás volver a cometer ese error. Pero tomaste la decisión de la venganza, decidiste seguir con este rencor y es así como nos unimos, por esta sed de sangre, por esta sed de dolor, por esta sed de venganza. Nos vemos en la eternidad querida hermana.
Y en un parpadeo se esfumó su presencia, seguía rondando la ciudad en busca de más almas en pena con sed de venganza.
Mientras aquellos ex amantes yacían en el suelo vacíos, con dos corazones rotos y sin sentimientos.
¿Pedirás ayuda a la Bruja Blanca o sanarás tu corazón de sed de venganza?
Créditos a la Autora. PAO TORRE ❤️