Sanamente En Armonia

Sanamente En Armonia Aprender a conocernos es el camino al bienestar

Aquí encontrarás información que te ayudará en tu evolución como ser humano, a entender que somos más que el cuerpo físico. Desde la comprensión del mundo emocional se facilita el entendimiento de muchas situaciones/experiencias recurrentes, permitiendo encontrar "sentido" a la vida mediante una visión espiritual ampliada. Además conocer tu conexión personal con los planetas te ayudará a tener una comprensión más clara de tu propósito en la vida y cuál es la senda que más te beneficia transitar.

Hay miedos que son conscientes, es decir, sabemos que lo padecemos como: el miedo a las alturas, a ciertos animales, a l...
08/11/2023

Hay miedos que son conscientes, es decir, sabemos que lo padecemos como: el miedo a las alturas, a ciertos animales, a la oscuridad, y así. Como estamos al tanto que le tememos actuamos en consecuencia para evitarnos los malos ratos, en la medida de nuestras posibilidades.

Sin embargo, la mayoría de nuestros miedos son inconscientes, no sabemos que los tenemos, aunque condicionan nuestro comportamiento. Son muchos, pero yo me atrevería a resumirlos en tres: miedo al rechazo, miedo a sufrir, miedo al abandono en el que incluyo el miedo a la muerte.

Cuántas veces no alargamos una situación solo por no ser capaces de decir NO? Cuántas veces toleramos malos tratos, humillaciones, desplantes a personas o incluso familiares solo por no ponerles límites, huyendo de su posible reacción? Cuántas veces fingimos ser quienes no somos para tratar de encajar en un grupo o evitar una crítica? El miedo a la crítica, en el fondo es miedo al rechazo, a que te excluyan.

El miedo al rechazo, en cierto casos se vive como un abandono. El hecho de que alguien que quieres te aparte de su vida, o te rechacen en un grupo, o sientas que tu madre o padre no te quieren como tú quisieras, se vive como un abandono. Por qué creen que duele tanto la muerte de un ser querido? o salvando las distancias una ruptura sentimental?

Como todo está dentro de nosotros, tanto las experiencias difíciles y las memorias heredadas, tratamos de encajar y de agradar para que no nos duela, porque le tememos al sufrimiento. Hay quienes prefieren sufrir conscientemente, porque creen que dominan la situación, sienten que “eso” por lo menos lo controlan, y el actuar de otra manera los dejaría en la incertidumbre de qué vendrá y si lo podrán manejar.

Pero en líneas generales, los comportamientos y reacciones son inconscientes (aunque se defiendan con argumentos conscientes) hasta que quieras verlos, aceptarlos y trabajarlos. Ojo, el hecho de que los trabajes no quiere decir que no te va a doler lo que te pase. Solo que hay recursos para procesar las vivencias de manera “sana”. Y con lo que ya te ha pasado, eso sí dejará de doler.


El miedo -además de asustarnos- ejerce una influencia poderosa en nosotr@s que incide en nuestro comportamiento. Hay vec...
06/11/2023

El miedo -además de asustarnos- ejerce una influencia poderosa en nosotr@s que incide en nuestro comportamiento. Hay veces que no somos ni remotamente conscientes que nuestra respuesta está movida por el miedo, porque no somos capaces de enfrentar las consecuencias si actuamos de otra manera.

Así, el miedo nos puede convertir en seres perversos, traicioneros, manipuladores, egocéntricos, desleales, insensibles, egoístas...Si no estamos atent@s a nuestra forma de actuar, inevitablemente ante cualquier evento o acción que nos haga sentir en peligro se activará el instinto de supervivencia y atacaremos. Y a lo mejor no nos estaban agrediendo, sino que es nuestra percepción que nos hace ver un agravio donde no lo hay.

El miedo puede llevarse por delante cualquier relación, del tipo que sea, si las partes no se dan cuenta que están movid@s por otros hilos que los que aparentemente creen. Pero la relación no la rompe el miedo como tal, sino la incapacidad de ver lo que realmente ocurre y atreverse a hablar para dirimir las diferencias. Al cerrarse los canales de comunicación, las partes se distancian (ofendidas), la relación se enfría y así, poco a poco, se va helando el corazón.

El agobio mental es una trampa que nosotr@s mism@s vamos tejiendo poco a poco. Sin darnos cuenta , cuando nos percatamos...
19/07/2023

El agobio mental es una trampa que nosotr@s mism@s vamos tejiendo poco a poco. Sin darnos cuenta , cuando nos percatamos que estamos ansios@s, irritables, inquiet@s, angustiad@s, insomnes, es que ya caímos en el agobio mental. Esa especie de arena movediza -como las pintan en las películas- que mientras más tratas de salir de ella más te hundes.

Es fácil agobiarse, porque contamos con un cerebro que ofrece respuestas rápidas a nuestras inquietudes. El problema es que no siempre son viables. Otras veces no son eficientes, ni efectivas, ni mágicas como nos gustarían. Entonces, descartamos, postergamos y seguimos tratando de fabricar esa opción milagrosa que nos resuelva.

Y es que conociendo un poco cómo funcionamos, el asunto está en que subestimamos opciones porque no son a la medida. Nos resistimos a transitar procesos. Queremos inmediatez y si es fácil, mejor. Capaz vislumbramos una buena respuesta, pero es que... es mucho trabajo, es muy largo, hay que hacer muchas cosas para obtener lo que quiero... y aflojamos, pensando en hallar otra manera de conseguirlo.

Mientras, seguimos ofuscad@s, estancad@s, bloquead@s, sintiéndonos fatigad@s, impotentes, rumiando las mismas ideas desgastantes. Recomendación: parar, hacer el esfuerzo de aquietar la mente, aceptar si hay que soltar algo, si hay que volver a empezar, comprender que desde el principio nosotr@s mism@s hemos estado dándole larga a la solución.



18/07/2023

Para canalizar las emociones de manera asertiva y eficaz es importante conocer qué las detonan para poder actuar sobre ellas.

Uno de los grandes males de la humanidad en estos tiempos es el miedo. En realidad, los miedos. Tememos a muchísimas cos...
03/07/2023

Uno de los grandes males de la humanidad en estos tiempos es el miedo. En realidad, los miedos. Tememos a muchísimas cosas, más de las que nos imaginamos porque la mayoría son inconscientes. De ellos nacen los ataques de pánico y la ansiedad, por ejemplo.
La función del miedo como emoción es prevenirnos del peligro. El cerebro se encarga de interpretar todos los estímulos que recibimos a través de nuestros sentidos, los interpreta y nos dispone para la respuesta.
Cuando el cerebro (que no distingue entre lo real y lo imaginario) concluye -basándose en la información almacenada en el inconsciente- que lo que percibimos es una amenaza nos prepara para la acción, huida o nos paraliza. De hecho, da miedo decir esto porque se parece mucho a la IA del futuro.
El inconsciente está alimentado desde nuestra gestación con el sistema de creencias de mamá -en su mayoría- pero también de papá, demostrado por la neurociencia. Tomando en cuenta que mamá y papá también fueron hijos, y siguiendo la secuencia hacia atrás.... saquen la cuenta de todo lo que almacenamos.
Somos como un campo de minas que cualquier percepción o pensamiento nos puede detonar los miedos con sus respectivas respuestas. Y aunque el miedo no sea nuestro, igual tenemos que lidiar con las consecuencias.
¿Qué hago con este miedo?
- NO estimularse los pensamientos negativos o fatalistas
- NO adelantarse a los acontecimientos porque la predisposición generará escenarios que quizás no nos gusten. De ahí el mantenerse en el aquí y en el ahora lo más que se pueda.
- Al sentir miedo, tratar de identificarlo. No basta con decir tengo miedo. Hay que saber a qué se le tiene miedo para poder actuar sobre él. Cuando tenemos miedo estamos tomad@s por la emoción, pero aquí hay que pasar el switch a la razón (respirando) para poder hacer el trabajo.
Estas son solo algunas sugerencias. A veces no es fácil hacerlo sol@, en ese caso lo recomendable es buscar ayuda.

La culpa es una emoción que nos trae información de mucha utilidad para vivir en armonía con nosotr@s mism@s y con el en...
29/06/2023

La culpa es una emoción que nos trae información de mucha utilidad para vivir en armonía con nosotr@s mism@s y con el entorno.

Sentir culpa es el recordatorio de que hemos obrado mal, de que hemos dañado a alguien consciente o inconscientemente, y por tanto merecemos un castigo.

El sistema de creencia familiar condiciona fuertemente nuestro sentido de la culpa, porque lo hemos introyectado desde la infancia sin filtro, sin discriminar nada, sin cuestionar.

Por eso cuando crecemos la culpa se puede convertir en un martirio, porque genera una batalla entre lo que nos enseñaron, lo que vimos en nuestra familia, sus creencias, lo que esperan de nosotr@s, y el parecer y sentir nuestro con criterio propio.

¿Qué hago con esta culpa?

Responder en términos generales a este cuestionamiento es delicado, porque la culpa está muy presionada por principios éticos, morales, religiosos, sociales, culturales y demás. Sé que romperlos puede generar miedo y vivirlos, frustración y amargura.

Pero si te atreves es recomendable hacer una revisión consciente de tus creencias adquiridas -y que ya no sientes como propias- y elaborar las tuyas y actuar de acuerdo con ellas.

Trata que tus acciones no te dañen y no dañen a otras personas. Cuando sientas culpa, reflexiona saliéndote del yo y chequea si dañaste a alguien. Si es así, discúlpate, explica, comunícate para que puedas quedar en paz.

Recuerda que siempre puedes buscar apoyo si no sabes por dónde empezar, cómo hacerlo y cómo sostenerlo en el tiempo.



Aunque no tiene muchos admiradores, la tristeza es una emoción con la que se puede vivir amigablemente... a ratos. Ella ...
17/06/2023

Aunque no tiene muchos admiradores, la tristeza es una emoción con la que se puede vivir amigablemente... a ratos. Ella puede pasar inadvertida por su sutileza incluso a quien la porte; a diferencia de la rabia que es estruendosa.
Sin embargo la tristeza no es inofensiva. Puede que cuando la sientas las primeras veces ni te des cuenta que estás triste o te engañes fácilmente para ignorarla. Aquí está el peligro, cuando se comienza a acumular. De ser una emoción “pasajera” va mutando a estado de ánimo y si se sigue ignorando puede terminar en depresión, simplificando mucho el proceso.
La tristeza surge cuando hay sensación de pérdida: una persona, una mascota, una relación, un objeto, etc. Su intensidad es proporcional al afecto que se le tiene a eso que “perdimos”. Mientras más amor, más intensa es la tristeza y el dolor que se siente. La escala es personal, íntima.
Subrayo lo de “sensación de pérdida” porque la única pérdida real es la física. Cuando alguien muere ahí no hay nada que hacer. El resto de las pérdidas las vivimos como si fueran reales, porque ese sujeto/objeto/etapa de vida... que amamos/añoramos no está con un@, cerca, al alcance para vivir como “antes”.
¿Qué hago con esta tristeza? Acéptala. Trata de identificar la sensación de pérdida, eso que sentías que llenaba. Llora si te provoca las veces que sea necesario. Si hay algo real o imaginario que puedas hacer para aliviarla, hazlo. Si no puedes o te sobrepasa no dudes en buscar apoyo.

Quizás no sea una pregunta que se suelan hacer con frecuencia, pero si lo hicieran se sorprenderían de las respuestas, p...
16/06/2023

Quizás no sea una pregunta que se suelan hacer con frecuencia, pero si lo hicieran se sorprenderían de las respuestas, porque se darían cuenta de que la verdadera causa de la rabia, del enojo contra alguien o contra sí mism@ no es la situación que desencadenó el malestar como tal.

La rabia suele ser la primera reacción que tenemos cuando algo o alguien no cumple nuestras expectativas (no hace o dice lo que queremos, no reacciona como esperamos, las cosas no son como nos gustan). Aquí salta la rabia automáticamente porque es un mecanismo de defensa, que se detona cuando nos sentimos agredidos o tratados injustamente.

Y dije “sentimos”, porque una cosa es que nos agredan realmente y otra muy diferente que nos “sintamos” agredid@s. Aquí es donde hay que poner la lupa y es trabajo individual. Ese mecanismo de defensa es básico y no diferencia entre verdad o fantasía.

Por ejemplo, supongamos que A le establece un límite a B. Lo más habitual en estos casos es que B se enoje, se enfade, porque no va a aceptar que le estén poniendo freno donde antes pasaba libremente. B interpretará el límite como un agravio o como un trato injusto hacia él, cuando en realidad era él quien estaba generando un malestar a A.

¿Qué hacer con esa rabia? Son varias las herramientas para trabajar la rabia, por ahora te dejo ésta: disponte a trabajar en UNA situación determinada, respira unos segundos, luego pregúntate: ¿qué hice yo para desatar esta situación? Finalmente decide si te trataron mal o injustamente, y actúa en consecuencia.

Dirección

Caracas

Notificaciones

Sé el primero en enterarse y déjanos enviarle un correo electrónico cuando Sanamente En Armonia publique noticias y promociones. Su dirección de correo electrónico no se utilizará para ningún otro fin, y puede darse de baja en cualquier momento.

Contacto El Consultorio

Enviar un mensaje a Sanamente En Armonia:

Compartir

Share on Facebook Share on Twitter Share on LinkedIn
Share on Pinterest Share on Reddit Share via Email
Share on WhatsApp Share on Instagram Share on Telegram