17/07/2025
Hubo un antes y un después.
Recuerdo perfectamente la primera vez que sentí la energía de Reiki. Fue algo muy sutil... y al mismo tiempo profundamente revelador.
Como si por fin alguien hubiera encendido una luz suave en una habitación interna que llevaba tiempo a oscuras.
Llegué con dudas, como muchas personas. No sabía si “serviría para mí”, si lograría sentir algo, si realmente funcionaba.
Pero había una llamada dentro de mí que me decía: “ve, prueba, escucha”.
Lo que encontré fue mucho más que una técnica.
Fue una manera de volver a casa.
De volver a mí.
De darme permiso para parar, para respirar, para cuidar mi energía y reconocerme desde otro lugar.
A través de Reiki empecé a entender mis emociones, a confiar en mi intuición, a escuchar lo que mi cuerpo me venía diciendo desde hacía tiempo.
Y lo más importante: sentí que no estaba sola. Que había una energía amorosa, sabia y paciente que siempre había estado ahí, esperando a que yo la recordara.
Hoy, años después, sigo asombrándome con lo que Reiki me ofrece cada día.
Por eso, compartirlo con otras personas se ha convertido en parte de mi camino.
🌿 Si tú también sientes la llamada, si hay algo dentro de ti que pide espacio y cuidado...
quizá esta sea tu invitación para comenzar.
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Estaré encantada de acompañarte 🙏✨
