
14/06/2025
Dedicar tiempo a nuestro bienestar no debería generar culpa, pero muchas veces aparece esa voz interna —o externa— que nos cuestiona.
Si sos cuidador o cuidadora de un niño con desafíos del desarrollo, es probable que en algún momento hayas sentido que priorizarte es un lujo o un acto egoísta. Pero no lo es. Es una necesidad.
La culpa muchas veces viene de creencias limitantes: ideas que aprendimos, como que “un buen cuidador se sacrifica siempre”, o que “si me cuido, descuido al otro”.
Reflexionar sobre estas creencias nos permite empezar a transformarlas. Y desde ahí, elegir nuevos pensamientos: “Si yo estoy bien, puedo cuidar mejor”, “Merezco tiempo para mí”, “Pedir ayuda no me hace menos capaz”.
🌱 El autocuidado no es un premio, es una parte esencial del cuidado. Cuidarte también es cuidar.