09/08/2022
Cuando estás en gratitud, ya estás en abundancia.
No hay segundo paso.
En el momento en que estás agradecido por tu vida y todo lo que hay en ella, bueno y malo, doloroso y alegre, trágico y cómico, ya estás en el Reino, abrumado por las riquezas.
Cuando estás agradecido, estás completamente presente en tu vida. No estás atrapado en el pasado y el futuro, en lo que podría haber sido o lo que podría ser, en el arrepentimiento o la anticipación.
Aprecias profundamente lo que tienes y lo que eres. Lo lejos que has llegado y cuánto coraje y fuerza se necesita para llegar aquí.
Con lágrimas en los ojos, bebes una taza de té o pasas una o dos horas con un amigo. Aprecias la lluvia, el sol, las nubes, la oscuridad y la luz. Cada comida es un regalo. Todo lo que bebes. Tu ropa, por andrajosa que sea. Tu cuerpo, por imperfecto que sea.
No importa cuánto tiempo te quede. Aprecias el tiempo que has tenido.
Aprecias este día. ¡Este día es el portal!
Oh, puedes perderlo todo en poco tiempo. O puedes ganar el mundo. Puedes subir alto o caer bajo. Quién sabe. Quién diablos sabe.
Pero estás aquí, ahora.
De pie. Respirando Sentimientos.
Pensamientos. Confundidos o claros.
Siempre es un buen día para empezar.
Sí, cuando estás verdaderamente agradecido,
eres un niño en el Reino.
La abundancia está aquí, amigo, cuando tienes los ojos para verla.
-Jeff Foster-