20/09/2024
Ha pasado el día del urgenciólogo en México. Hasta ahora, les compartí algunas de las rutas por las que me he desempeñado, con resultados más o menos avantes. No puedo contar las vidas que pude haber salvado en estos veinte años, si es que con alguna vida tuve esa fortuna, de cambiar el pronóstico. Lo que sí recuerdo, lo que me queda en el alma y el corazón, son aquellas personas por las que no pude hacer el cambio. Sí, la muerte es nuestro destino inamovible, y cada persona que se ha ido frente a los ojos se quedará lo que resta de mi tiempo. Tú, que perdiste a tu papá, tú que perdiste a tu mamá o a ambos, tú que perdiste a un hermano. Los acompaño. Los guardo en el alma. Pero más, tú que perdiste a tu hija o hijo, y no logré ser la respuesta que necesitabas cuando me llamaste con angustia, te guardo en el corazón, así como a tu ser querido, quien me guía para buscar ser mejor y hacer mejores las cosas. Estoy contigo, y te abrazo. También yo he perdido a mis seres queridos. No es día de festejo, es día de reflexión.