Soy una artista nómada, nacida en Madrid pero de pasaporte del Mundo. Me dediqué muchos años a los efectos digitales para cine, haciendo películas como Black Panther, Kin, Power Rangers o The Favourite y también series de televisión como Carnival Row, Games of Thrones o The Knick.
Pero esto fue otra parte de mi vida, es mi pasado y la Paula de ahora, es otra.
En octubre del 2018, mientras trabajaba en Alemania, tuve un punto de inflexión en el que decidí cambiar radicalmente el rumbo de mi vida. No sabía en qué dirección, no sabía hacia dónde ir y me moría de miedo pensando qué haría con mi vida… Sin embargo, escuché mi instinto y algo muy dentro de mí, que se escapaba totalmente de lo racional, me hablaba alto y claro, y me decía que se había acabado esta etapa de mi vida.
Opino que todo el mundo debería tener el derecho a reinventarse, a crear nuevos caminos si un patrón de vida ya no funciona y deja de hacernos felices, las pasiones cambian, nosotros cambiamos y como seres creativos y evolutivos en constante transformación, podemos crear otras formas de vivir.
Viajera, aventurera, inconformista y profunda observadora, he estado viviendo y trabajando en diferentes lugares de Europa, Canadá, Centroamérica y Asia. Primero haciendo cine y después, buscando, investigando, estudiando y creando un nuevo rumbo. Y en este tiempo, yendo de un lugar a otro, en diferentes países y culturas. Me di cuenta, de que cuando uno deja de tener miedo, y confía en dejarse llevar, sin querer tener todo controlado, el camino se crea solo.
En el momento en que tuve mi momento de inflexión, supe que quería hacer algo relacionado con el cuerpo. He practicado y probado varios deportes y bailes a lo largo de toda mi vida, amo el movimiento. Pero solo dos cosas, seguramente han conseguido, mi eterna fidelidad: la escalada y el yoga. Soy escaladora desde hace diez años y yoguini, filosóficamente hablando, desde siempre, y en la práctica desde hace también varios años, con mis correspondientes idas y venidas, pero en los últimos cinco años ya formaba parte importante de mi vida y en los últimos dos, ya lo convertí en parte de mi rutina. También soy bailarina, pero bailarina de la libertad del movimiento, me costó encontrar mi estilo pero la vida, también me lo hizo descubrir en mi nuevo camino y finalmente, ¡lo encontré!, es el llamado Ecstatic Dance.
Era hora de dar a mi cuerpo mas movimiento, de seguir creciendo como persona, de desarrollarme mas interiormente y todo lo aprendido deseaba transmitirlo, quería ayudar a las personas. Era hora de dejar los ordenadores y las horas infinitas frente a una pantalla y conectarme más a mí misma, a mi esencia y por lo tanto, a los seres humanos.
En octubre del 2018 hice mi primer curso oficial de profesora de Hatha Yoga (RYS 200) en la escuela Tao Center, en Málaga. De allí, volé a México para seguir con mis estudios, quería formarme más en anatomía, allí hice el curso de Yoga Restaurativo (RYS 200) en Solstice Yoga Center de San Agustinillo (Oaxaca). Y a su vez, también el certificado de profesora de BackMitra. Todos estos títulos están avalados por Yoga Alliance.
Después de México, volví a España durante unos meses, estuve dando clases particulares de yoga a domicilio y mientras me sacaba el título (120h) de reflexología podal, manos y cara (otra de mis pasiones ocultas). Mis dotes de masajista, también venían desde siempre, y de forma autodidacta lo fui desarrollando, así que este momento era ideal para seguir aprendiendo, y una cosa llevó a la otra… El camino se iba formando…
En mi siguiente viaje en India, me enamoré del masaje Thai-Yoga o mas comúnmente llamado, masaje Tradicional Tailandés, una combinación de yoga, medicina Ayurveda, acupuntura y medicina china. Así que obtuve mi Master Certificate en Thai-Yoga Massage (120h) y también Thai-Yoga Reflexology en Himalayan Zen School, en Rishikesh.
Debido a la COVID19, tuve que cancelar mi viaje por Asia y volví a Madrid. Actualmente, resido en El Escorial, y estoy dando clases de Yoga Restaurativo, Hatha Yoga y masajes Thai-Yoga y Reflexología a domicilio. También impartiré talleres en Sala Viva en San Lorenzo de El Escorial.
Quiero dar las gracias a mis maestros, porque gracias a ellos, empecé enamorarme mas y mas del camino que elegí y al que la vida me fue llevando. Gleb Loginov, Sabine Schalk-Loginova, María José Marigliano, Brigitte Longueville, Antonio Alonso y Sw. Prem Adeh.
Cada día que me levanto y miro hacia atrás, aunque mirar al frente a veces asuste, sé que estoy en el camino correcto.
¡Namaste!