25/10/2023
Las parejas se conforman por personas distintas que se relacionan y vinculan entre sí. Esta relación, desarrolla una identidad única de ellos como un sistema, lo que no significa que cada uno de los individuos vaya a perder su propia identidad. Lo que comúnmente conocemos como Pareja e incluso Familia, al ser un sistema, debe estar compuesto de ciertos pilares que la hagan funcional; ellos son: la intimidad, la pasión y el compromiso. Con el transcurso del tiempo, cada persona adopta ciertos roles en la pareja, comienzan a establecerse ciertos acuerdos relacionales, como parte de este proceso de adaptación que implica pasar de ser cada uno, un sujeto independiente a una pareja o familia.
Pero ¿qué pasa cuando llegan los hijos?
Inicia uno de los principales retos como familia: tener que volver a adaptarse para ahora pasar de esa “PAREJA AMOROSA” a una “PAREJA DE PADRES”. Este es el verdadero reto como pareja. La aceptación de este nuevo miembro de la familia, permite avanzar con mayor fluidez en este nuevo cambio de identidad que viven los dos, como sistema, como familia, en donde juntos deben transitar desde una Copareja a lo Copaternal. Para lo anterior la comunicación es clave, y la debemos entender como la expresión emocional de cada uno dentro de la pareja. Si esta es asimétrica o complementaria, favoreciendo la flexibilidad o la rigidez de la relación, es lo que finalmente marcará la diferencia, y hará que esta sea o no funcional, logrando atravesar o no por este nuevo reto o desafío que es volver a conectar y encontrarse desde otro espacio, desde otro rol, desde otro lugar, no mejor ni peor sino que diferente. Un nuevo sistema familiar.
Carolina Velasco
Psicologa especialista en postparto
en Casa de Parto