09/03/2024
Hoy quiero conmemorar este día recordando con la historia de una mujer, un ejemplo de la violencia que se ha ejercido hacia las mujeres desde siempre, un ejemplo de por qué seguimos alzando la voz.
Judy Garland fue una actriz mayormente conocida por su papel de Dorothy en la película de 1939 "El mago de Oz"
Muchas personas conocen las historias de terror sobre el abuso que sufrieron los actores, desde maquillaje hasta efectos especiales fabricados con materiales cancerígenos que pusieron sus vidas en peligro, pero pocos conocen la violencia ejercida hacia Judy, quién incluso antes de iniciar el rodaje de la película fue sometida a tratos inhumanos. El personaje de Dorothy tenía 10 años en el libro y para ese entonces Judy tenía 16, por lo que el estudio (MGM) intentó por todos los medios hacerla parecer más pequeña.
Ya que Judy estaba en plena etapa de desarrollo, los productores la obligaban a comprimir sus senos, las personas a su alrededor constantemente restringían su comida y los pocos alimentos a los que tenía acceso consistían en caldo de pollo, café negro, ci****os (muchos especulan que al día, Judy llegaba a consumir hasta 80 ci****os) y dr0gas, como las anftminas que permitían mantenerla despierta durante casi 24 horas. Cuando Judy intentaba comer algo más, las personas del estudio e incluso su madre, la acosaban con apodos como "little pig with pigtails" del cuál no pondré el significado. Aún con todo esto, Judy percibía el salario más bajo de toda la producción, alrededor de 500 USD por semana; sin embargo, sus compañeros hombres y en papeles secundarios, percibían alrededor de 3 mil USD por semana.
A la edad de 26, MGM la despidió y la llamó "difícil, inestable y caprichosa" después de hacerla adicta a las dr0gas y el alcoh0l desde que tenía 10 años. Judy trató de quitarse la vida en al menos 20 ocasiones. Y Judy no es el único ejemplo.
Lo peor de todo, es que esto sigue. ¿No lo crees? Pregunta a las mujeres cuántas veces han intentado mil dietas con el único objetivo de "verse bien, bonitas o atractivas", cuántas veces han recibido comentarios sarcásticos o pasivo-agresivos acerca de su apariencia, cuántas veces han recibido consejos no solicitados sobre "dietas" y productos milagro, o cuántas veces han sido violentadas por personal de salud, que asumen cosas sobre ellas basándose solamente en su peso.
Y para los colegas nutriólogos, que creen que las mujeres que luchan contra esto "romantizan la obesidad", no se trata de eso, se trata de visibilizar un problema real, que nos afecta a todos. Se debe educar desde el conocimiento, no desde el juicio.
-Alhelí