Dice mi psicóloga

  • Home
  • Dice mi psicóloga

Dice mi psicóloga Psicoeducación para derrumbar los miedos que te impiden pedir ayuda, comprender tus emociones y gestionar tus decisiones para caminar en tu dirección valiosa.

El otro día una amiga me preguntó que como llevo la maternidad. Y yo, le respondi que ser madre es lo mejor que me ha pa...
16/11/2024

El otro día una amiga me preguntó que como llevo la maternidad. Y yo, le respondi que ser madre es lo mejor que me ha pasado en la vida. Todos los días lloro entre 20 y 60 minutos. A veces por la noche, antes de acostarme, otras estoy tan cansada que ni siquiera puedo llorar por fuera. Que la carga mental se ha triplicado, porque ahora no sólo tengo que recordar que hay que comprar detergente, que mañana toca cambiar las sabanas, o que hay un lavavajillas a medio poner. Ahora también tengo que recordar cuando tocan las vitaminas, los probioticos, que casi no quedan pañales o que la próxima vez que vayamos al pediatra hay que preguntarle que... "introduzca aquí cualquier preocupación de buenos padres primerizos". Que ahora no hago nada cuando yo quiero. No me levanto cuando yo quiero, no me duermo cuando yo quiero, no como cuando yo quiero, no me ducho cuando yo quiero y es más, a veces, ni siquiera voy al baño cuando yo quiero. Y que pueden pasar muchos días así. Que ahora es más importante poner la lavadora de la niña y restregar mientras duerme los pijamas de c**a mientras yo llevo los mismos vaqueros desde hace dos semanas porque son los únicos que me quedan bien, aunque huelen a leche, a baba y a c**a. Que me he tenido que despedir con lágrimas en los ojos de quien era yo en el espejo y de mucha ropa que había atesorado durante años. Que muchas veces no encuentro con qué sentirme de nuevo cómoda conmigo misma, por lo que muchas veces salgo de casa enfadada por no haber aprovechado los 15 minutos que he tenido para elegir lo que podía ponerme.
Pero cuando ella me sigue con la mirada mientras camino como una loca arreglando cosas a su alrededor, cuando me sonríe a las 3 de la mañana en mitad de una toma, cuando se agarra a mi pecho con sus pequeñas manitas mientras respira cada vez más lento tranquilizando y sincronizando conmigo el latido de su corazón, tengo la certeza de que ser madre es el mejor regalo que la vida me ha hecho. Porque me ha enseñado que mis límites están mucho más lejos de lo que podía imaginar, que soy más fuerte de lo que nunca habría podido soñar y que el amor puro e incondicional tiene otro nombre en el diccionario. Se llama maternidad

Ayer despediamos 2023 con júbilo y, por mi parte, con nostalgia y a la vez, cierto rechazo. Ayer arranqué la última pági...
01/01/2024

Ayer despediamos 2023 con júbilo y, por mi parte, con nostalgia y a la vez, cierto rechazo. Ayer arranqué la última página de un año que me ha dejado sabores dulces y amargos, pero sobre todo, aprendizaje sobre mi. Ha sido un año de lucha.

La semana pasada le decía a una de mis pacientes que un ejercicio bonito era el de reencontrarse con quien fuimos en cada mes del año, reflexionar sobre las decisiones que tomamos y por qué, y aceptar con compasión a esa persona que fuimos.

Al decirle esto, pensé en quien había sido yo, desde aquellas 12 uvas que Javi y yo celebramos diciendo "este si va a ser nuestro año".

Yo era en ese momento una persona estresada, perdida en el bucle de trabajar para ser identificada, de construir mi identidad haciendo para poder ser vista, sin esencia. No fue hasta febrero cuando me hice consciente de que iba cuesta abajo y sin frenos, donde los días iban pasando y al sentimiento de vacío se unían la tristeza y la frustración de no poder salir, pero a veces, disfrutaba de cosas, de momentos, de personas. Llegó marzo y me prometí un cambio. Más que por mi, por las personas que tenia a mi alrededor y que no se merecían que yo estuviera atrapada sin poder ser para ellos, pero no funcionó. Me dividí para poder llegar a todo, pero en ningún caso, estuve para mi. Abril, mayo y junio, fueron meses de altos y bajos. De momentos que no podían ser otra cosa que ilusionantes pero que me costaba vivir. Fueron meses de días muy claros y días muy oscuros, de tener miedo de mi, de mis pensamientos, de pedir ayuda y de trabajar duramente para salir cada día de la cama, meterme en la ducha, usar ropa limpia y peinarme (peinarme me costaba mucho). En julio me ahogue. Me perdí por completo. Entre en un caos de oscuridad y tristeza. Paré porque no podía ser de otra forma. Dejé que me quisieran y por primera vez en mucho tiempo, en agosto, me quise. Di un paso al frente para entenderme y proteger a la niña que había en mi interior y que estaba absolutamente cagada de miedo. Y llegó septiembre abriendo lo que parecía un paréntesis, pero sin embargo, abrió de verdad un nuevo comienzo. Vivir con ilusión lo que de verdad lo merecía, disfrutar de los míos, acompañarme con amor y cuidar todo el amor que he tenido la suerte de encontrar en mi vida y comprometerme con el. En octubre ver mundo me hizo sentir pequeña y me ayudo a entender que la vida es otra cosa. Que quien te ama no lo hace por lo que haces sino por ser, de verdad, quien tú eres. En noviembre disfrute de la familia, de volver a mi rutina trabajando mucho más en mi que en otros. Fue un mes de limites, de buscar felicidad, de restablecer objetivos. Y se marcho diciembre, y lo hizo con trabajo para sostener este nuevo mundo que estoy construyendo, en el que cuidar mi salud mental es un objetivo prioritario.

Yo al 2024 le pido continuar siendo consciente de la metáfora del náufrago y mucha voluntad para seguir construyendo y trabajando en mi proyecto más ambicioso; el desarrollo de mi alma.

Address


Website

Alerts

Be the first to know and let us send you an email when Dice mi psicóloga posts news and promotions. Your email address will not be used for any other purpose, and you can unsubscribe at any time.

Contact The Practice

Send a message to Dice mi psicóloga:

Shortcuts

  • Address
  • Alerts
  • Contact The Practice
  • Claim ownership or report listing
  • Want your practice to be the top-listed Clinic?

Share