05/11/2025
La entropía es una de las ideas más profundas de la física. Describe el grado de desorden o dispersión de la energía en un sistema, y está en el corazón de la segunda ley de la termodinámica: en todo proceso natural, la entropía total del universo tiende a aumentar con el tiempo. Dicho de forma sencilla, todo tiende a pasar del orden al desorden, y esa tendencia es irreversible.
En un sistema cerrado, como un gas dentro de un recipiente, las moléculas tienden a moverse de una forma cada vez más aleatoria hasta alcanzar un equilibrio. Esa evolución hacia la uniformidad refleja un aumento de entropía. Un sólido, por ejemplo, tiene una entropía baja porque sus átomos están organizados y fijos; en cambio, un gas tiene una entropía alta porque las partículas se mueven libremente y de forma caótica.
La ecuación de Clausius, ΔS = Q_rev / T, expresa este concepto de manera cuantitativa: el cambio de entropía (ΔS) depende del calor intercambiado (Q_rev) dividido entre la temperatura (T). Cuando el calor fluye en un proceso reversible, se puede calcular cuánta energía se dispersa. Pero en la realidad, los procesos naturales rara vez son reversibles: siempre hay pérdida de energía útil en forma de calor, y eso hace que la entropía aumente.
Este principio explica por qué los fenómenos físicos avanzan en una sola dirección: el hielo se derrite, el calor fluye del cuerpo caliente al frío, las estrellas consumen su combustible. La entropía da sentido al paso del tiempo, marcando la flecha que distingue el “antes” del “después”.