27/03/2023
El envejecimiento de la piel es un proceso complejo que ocurre bajo la influencia de factores internos y externos. El envejecimiento endógeno o cronológico está determinado genéticamente y es una consecuencia natural de los cambios fisiológicos que se producen a lo largo del tiempo. Su velocidad es diferente no solo en diferentes personas,
sino incluso en diferentes partes del cuerpo de una misma persona. Al mismo tiempo, una serie de factores externos provocan un envejecimiento exógeno acelerado de la piel. Como resultado de estos dos procesos, las propiedades biomecánicas de la piel y sus funciones se deterioran, lo que externamente se manifiesta como arrugas, alteraciones de la pigmentación, tono desigual, pérdida de elasticidad y volumen de los tejidos,
deshidración. Muchos aspectos del envejecimiento de la piel están estrechamente relacionados con la degradación del ácido hialurónico, uno de los componentes clave de la matriz extracelular.
El papel del ácido hialurónico en el mantenimiento de una piel joven
El ácido hialurónico (HA) es un glicosaminoglicano no sulfatado compuesto por residuos de ácido D-glucurónico.
Casi la mitad de todo el ácido hialurónico del cuerpo humano se concentra en la piel [1]. HA tiene una higroscopicidad única, que asegura la formación y el mantenimiento del volumen del tejido que lo contiene, y la capacidad de formar soluciones altamente viscosas, lo cual es necesario para asegurar las propiedades viscoelásticas de la piel.
Sin embargo, el AH no solo desempeña un papel pasivo formador de estructuras, sino que también participa activamente en la regulación de procesos biológicos: modula la proliferación y migración celular, presenta actividad antioxidante, estabiliza el equilibrio hídrico de la piel, etc. En la epidermis, donde no hay vasos sanguíneos,
HA está involucrado en la formación del medio intercelular que sirve para el transporte de nutrientes; por lo tanto, con su falta, muchos procesos metabólicos se ralentizan.
El HA en la piel se sintetiza y descompone constantemente bajo la acción de enzimas: hialuronano sintasas e hialuronidasas. La vida media de HA en la epidermis es de aproximadamente 12 horas, en la dermis: 20-24 horas [2] Los fibroblastos son los responsables de su producción en la dermis y los queratinocitos en la epidermis [3]. Si hay suficiente HA en la piel, está hidratada, elástica y mantiene un buen tono. Una disminución en la cantidad de HA, especialmente en la capa epidérmica, conduce a una disminución en la capacidad de retención de agua de la piel y una disminución en la elasticidad [4]. Debido a la pérdida de HA dérmica,
Junto con la degradación de la elastina, los tejidos se vuelven más rígidos, pierden turgencia y elasticidad, y la capa dérmica se vuelve más delgada [1, 5]. Sin embargo, con el envejecimiento, no solo disminuye la cantidad, sino también la calidad de HA: la piel envejecida acumula compuestos de HA unidos covalentemente no funcionales con proteínas [6].
Todos estos procesos pueden acelerarse significativamente bajo la influencia de un complejo de factores externos adicionales, el exposoma.