08/09/2022
LA IMPORTANCIA PERSONAL
-“Los sentimientos rara vez se presentan en forma pura. Se enmascaran”.
Siguió explicando Carlos que la auto importancia se alimenta de la misma clase de energía que nos permite ensoñar. Por lo tanto, perderla es la condición básica del nagualismo, pues libera para nuestro uso un excedente de energía; además, porque sin esa precaución, el sendero del guerrero podría convertirnos en unos aberrados." "Eso es lo que le ha pasado a muchos aprendices: comenzaron bien, ahorrando su energía y desarrollando sus potencialidades. Pero no se dieron cuenta de que, a medida que accedían al poder, también nutrían en su interior un parásito.
Si vamos a ceder a las presiones del ego, es preferible que lo hagamos como hombres comunes y corrientes, porque un brujo que se considera importante es lo más triste que hay." "La importancia personal es traicionera; puede enmascararse bajo una fachada de humildad casi impecable, pues no tiene prisas.
Después de toda una vida de prácticas, le basta con un mínimo descuido, un pequeño traspié y ahí está, de nuevo, como un virus que fue incubado en silencio, o como esas ranas que esperan durante años bajo la arena del desierto, y con las primeras gotas de lluvia despiertan de su letargo y se reproducen."
"Teniendo en cuenta su naturaleza, es deber de un benefactor espolear la importancia de su aprendiz hasta que estalle. No puede tener piedad. El guerrero debe aprender a ser humilde por el camino más arduo o no tendrá la menor oportunidad frente a los dardos de lo desconocido".
"Don Juan fustigaba a sus discípulos hasta la crueldad. Nos recomendaba una vigilancia de veinticuatro horas diarias para mantener a raya al pulpo del yo. ¡Por supuesto que no le hacíamos caso! Excepto Eligio, el más adelantado de los aprendices, todos los demás nos entregábamos de una manera vergonzosa a nuestras propensiones.
En caso de la Gorda, eso fue fatal."
Contó la historia de María Elena, una discípula aventajada de don Juan que había desarrollado un gran poder como guerrera, pero no supo controlar los vicios de su etapa humana. "Ella pensó que lo tenía todo bajo control y no era así. Le quedaba un interés muy egoísta, un apego personal; esperaba cosas del grupo de guerreros y eso la acabó."
"La Gorda se sentía ofendida conmigo porque me consideraba incapaz de conducir a los aprendices hasta la libertad y nunca me aceptó como el nuevo nagual. Una vez que la fuerza directiva de don Juan desapareció, ella comenzó a reprocharme mi insuficiencia, o más bien mi anomalía energética, sin tener en cuenta que eso era un comando del espíritu.
Poco después, se alió con los Genaros y las Hermanitas y comenzó a conducirse como si ella fuese el líder de la partida. Pero lo que terminó de exasperarla fue el éxito público de mis libros." "Cierto día, en un arranque de autosuficiencia, nos reunió a todos, se paró ante nosotros y gritó: '¡Bola de pendejos! ¡Yo me voy!'."
"Ella conocía el ejercicio del fuego interior, mediante el cual podía mover su punto de encaje hasta el mundo del nagual para reunirse con don Juan y don Genaro. Pero esa tarde estaba muy agitada.
Algunos de los aprendices trataron de calmarla y eso la enfureció aun más.
Yo no podía hacer nada, la situación había abrumado mi poder.
Después de un esfuerzo brutal y nada impecable, le dio una embolia cerebral y cayó mu**ta. Lo que la mató fue su egomanía." Como moraleja de esta extraña historia, Carlos añadió que un guerrero nunca se deja llevar hasta la locura, porque morir de un ataque de ego es la más estúpida manera de morir."
"La importancia personal es homicida, trunca el libre flujo de la energía y eso es fatal. Ella es responsable de nuestro fin como individuos y llegará el día en que nos termine como especie. Cuando un guerrero aprende a echarla a un lado, su espíritu se despliega, jubiloso, como un animal salvaje que es liberado de su jaula y puesto en libertad."
"La importancia personal se puede combatir de diversas maneras, pero primero hay que saber que está ahí. Si tienes un defecto y lo reconoces, ¡ya es la mitad!."
"Así que, ante todo, dense cuenta. Tomen una cartulina y escriban sobre ella: 'La importancia personal mata', y cuélguenla en el lugar más visible de la casa. Lean esa frase cada día, traten de recordarla en sus trabajos, mediten sobre ella.
Quizá llegue el momento en que su significado penetre en su interior y se decidan a hacer algo. El darse cuenta es de por sí una gran ayuda, porque la lucha contra el yo finito genera su propio ímpetu."
"Ordinariamente, la importancia personal se alimenta de nuestros sentimientos, que pueden ir desde el deseo de caer bien y ser aceptados por los demás, hasta la petulancia y el sarcasmo. Pero su área favorita de acción es la lástima por uno mismo y por quienes nos rodean".
Encuentros con el Nagual (Armando Torres)