18/08/2025
Una sesión de terapia, ya sea presencial o virtual, es un espacio donde nos permitimos bajar las defensas y mirar hacia adentro.
Cuando es online, hay pequeños detalles que pueden hacer que te sientas más acompañado/a y presente:
📍 Encuentra un rincón seguro para vos. Un lugar donde puedas hablar sin miedo a que te interrumpan, y donde puedas relajarte físicamente. Si es posible, que sea siempre el mismo: con el tiempo, se transformará en tu “espacio terapéutico” personal.
📶 Comprueba que todo funcione. Tener lista la conexión, la cámara y el micrófono no es solo un tema técnico: te dará la tranquilidad de que nada interrumpirá tu momento.
💧 Rodéate de pequeños cuidados: un vaso de agua, una manta, una vela encendida… esos detalles que te ayudan a sentir que estás contenido/a.
⏳ Regálate unos minutos antes y después. Antes, para “llegar” mentalmente; después, para procesar lo hablado y darte un respiro.
La terapia virtual no es “menos” que la presencial. Es distinta, pero igual de profunda y transformadora. Lo importante es que, estés donde estés, tengas un lugar para ti, para lo que sientes y para tu propia historia.