
13/04/2024
En el Evangelio de hoy vemos a Pedro que confiando en su conocimiento le dice a Jesús “hemos trabajado toda la noche y no hemos pescado nada”. Acaso no nos ha sucedido también a nosotros que teniendo conocimiento y experiencia le decimos al Señor con pesimismo “Señor ya lo he intentado antes y no ha sucedido nada”. ¿Acaso no queremos anteponer lo que sabemos a la orden de Jesús? Confiados en nosotros caemos en pesimismos. ¿Para qué ir mar adentro? No tiene caso. Sin embargo, debemos confiar no en nuestra palabra sino en la Palabra de Jesús, “pero, confiado en tu palabra echaré las redes”. La palabra de Jesús nos lanza mar adentro, a dejar nuestra corta mirada, la palabra de Jesús nos brinda esperanza y nos invita a remontar. Jesús nos invita con nuestras pocas fuerzas, y habiéndolo intentado antes, a que vayamos mar adentro, vaya quiebre de cabeza, pues es una invitación a confiar plena y absolutamente. Y entonces, yendo adentro y con pocas fuerzas se produce el milagro. La pesca en abundancia sería un signo de la pesca evangelizadora, y en nuestro caso será signo del alimento que podremos repartir con los demás en cada obra que realicemos en nuestro día a día en el trabajo o escuela. No pierdas la fe!! Rema mar adentro, y aunque los brazos te quemen de tanto remar ten tu confianza puesta en su palabra.