15/11/2024
SOBRE LA GUERRA Y LA PAZ
Creo que es difícil entender que la guerra y la paz son como la luna y el sol, constituyen una integración vital, una no existe sin la otra. No es una dualidad, es una unidad, como tampoco el bien y el mal, ambos están en la misma moneda vital, a veces cae de un lado y a veces del otro. La luz existe porque existe la oscuridad y viceversa, Esa es la naturaleza del universo, la entropía y la neguentropía fluyen. Se retroalimentan. Van juntas porque son una misma totalidad. Nuestra función es generar modos de relación que generen vínculos pacíficos entre personas, grupos, países, pero debemos saber que la voluntad de poder, el conatus, la necesidad de identidad, nos coloca muchas veces entre nosotros y ellos, que son otro tipo de nosotros. Cuando eso sucede aparecen conflictos que existen desde siempre. Por suerte inventamos los deportes de competición, que son otra forma que tenemos de unirnos como cotrincantes unos contra otros. Es por ello que se cantan los himnos. Ser uno mismo exige diferenciarse de otra persona, otro yo, que es un tú, o peor aún, un ello. El tema son las doctrinas y el adoctrinamiento. Cuando esto se convierte en grupal, cada individuo que forma parte de ese grupo, habitualmente se expresa desde esa doctrina. Finalmente, todo acto humano tiene un sentido, lo que hacemos nosotros, lo que hacen los demás, cuando se hace, cada organismo individual o grupal lo considera correcto, de lo contrario no lo hace. En toda circunstancia que se presenta, sea cual sea su naturaleza, cada ser vivo elige. Desde los unicelulares hasta los más complejos, tienen que alimentarse, procrearse para que su especie siga existiendo, aprender a cuidarse de sus depredadores, y saber ser agresivo si es necesario. En los más sencillos sus elecciones están ligadas a sus biologías, de sus instintos, de su programación física, desde allí decide que hacer. Nosotros, primates que se emocionan, razonan, imaginan, recuerdan, tienen sentimientos, y se proyectan, tenemos una organización que posee la noción de si mismo, y es desde allí que decidimos/elegimos. Y desde ella co construimos sistemas de creencias, que nos integran con un nosotros que nos contiene y nos da cierta identidad, que nos protege de la incertidumbre que nos atraviesa porque sabemos que somos finitos, que nos vamos algún día a morir. Esa es la vida. Insisto trabajemos por la cordialidad, el amor y la paz, pero los conflictos, de los más livianos hasta los más monstruosos, son parte de la condición vital. Por ahora.