07/05/2022
A menudo hay que esforzarse en llevar a cabo una acción antes de sentir sus efectos positivos. El comportamiento viene primero, y luego la sensación.
Si esperas a "sentirte de una
determinada manera” (menos ansioso,
confianza, motivación) es probable que te encuentres estancado. A veces hay que "hacer" incluso cuando no quieres para lograr la emoción positiva que estás buscando.
No puedes controlar tus emociones, pero sí puedes controlar
tus respuestas conductuales. En lugar de ser duro contigo mismo,
considera la posibilidad de validar tus
emociones con aceptación y autocompasión y enfocarte en cómo
responder intencionadamente de acuerdo a lo que es valioso para ti.
Intenta no tomar decisiones cuando estás emocionalmente activado (ansioso, con ira o euforia) o sintiéndote “apagado” (cansado, deprimido o desmotivado).
Cuando estás raptado por un estado emocional intenso, la parte "lógica" de tu mente (Cx prefrontal) no es capaz de funcionar a su máxima capacidad.
Por eso durante estos momentos, céntrate en regular las emociones y no en responder a estas.
Los comportamientos te sirven de diferente en diversos momentos de tu vida. Lo que
puede haberte servido de niño para
sobrevivir (por ejemplo, agradar a la gente, la evitación, o la supresión) puede que no te sirva en las relaciones adultas.
Ser intencional y curioso sobre
de tus comportamientos, en vez de estar en piloto automático puede darte una visión Y una conciencia emocional más profunda.
El ser humano, es naturalmente
imperfecto y el sufrimiento es inherente a esta condición.