
31/07/2025
Cuando la tiroides se acelera y el cuerpo entero lo grita
No es solo un bulto en el cuello.
No es solo un ojo que sobresale.
No es solo pérdida de cabello o uñas frágiles.
Es el cuerpo tratando de decir: algo no está bien.
Estas imágenes son huellas visibles de una enfermedad autoinmune que va más allá de la tiroides:
la enfermedad de Graves-Basedow.
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Una tiroides atacada por el propio sistema inmune.
Pero en lugar de destruirla, la sobreestimula.
El resultado:
✔️ Exceso de hormonas tiroideas
✔️ Metabolismo acelerado
✔️ Síntomas que se manifiestan… de pies a cabeza
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Exoftalmos (ojo prominente)
El tejido retroocular se inflama.
Los ojos se abren, se proyectan, y en algunos casos… ya no pueden cerrarse completamente.
Puede haber dolor, visión doble, sequedad e incluso daño ocular irreversible.
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🦴 Bocio (cuello engrosado)
La tiroides crece. Se hace visible.
Una masa palpable que a veces no duele, pero incomoda, presiona, ahoga.
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Uñas frágiles, deformadas
Aparece la llamada “uña en vidrio de reloj” o acropaquia.
La piel se afina, las uñas se debilitan, los dedos se deforman sutilmente.
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Mixedema pretibial
Engrosamiento rojizo en las piernas.
Una manifestación cutánea casi exclusiva de esta enfermedad, provocada por depósitos de mucopolisacáridos.
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Ansiedad, sudoración, insomnio, taquicardia, temblores, pérdida de peso…
Y en muchos casos: caída del cabello.
No por estrés. No por déficit de vitaminas.
Por una glándula tiroides que se ha salido de control.
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Graves-Basedow no es una enfermedad rara.
Pero muchas veces pasa desapercibida.
Los síntomas se dispersan, se atribuyen al estrés, al ritmo de vida, al “nerviosismo”.
Y el diagnóstico… llega tarde.
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Nota importante: Si notas cambios en tu cuello, ojos, piel o energía, no lo ignores. Consulta con un médico. Una prueba de sangre puede hacer la diferencia entre el alivio… y el daño permanente. Este contenido es exclusivamente educativo. No sustituye una consulta médica.