26/08/2025
Clarisimo!
La paradoja del sujeto neurótico se acomoda en un malestar que no paraliza del todo, pero que tampoco le permite transformarse.
Es el goce de lo conocido: un sufrimiento familiar que, aunque limita, resulta menos amenazante que el vacío de lo nuevo.
En vez de cuestionar el origen de esa “soportabilidad”, el sujeto se aferra a ella como si fuera un refugio.
El riesgo: que la infelicidad se vuelva identidad.
El trabajo analítico apunta a que el paciente se atreva a renunciar a la comodidad del dolor habitual para abrir espacio a un deseo más libre.