29/10/2025
Esta construcción de la sintomatología del infarto (que fácilmente podemos llamar “masculina” porque se basó mayoritariamente en estudios de hombres) tiene consecuencias importantes para la salud de las mujeres, y más ampliamente, para la justicia médica.
Por un lado, los hombres suelen experimentar lo que se define como síntomas “clásicos” del infarto: dolor en el pecho, irradiación al brazo, etc. Pero en los discursos populares se ha hecho creer, además, que las mujeres tienen “síntomas atípicos”: náuseas, vómitos, dolor de espalda o mandíbula, falta de aliento, fatiga considerable.
El enfoque dominante en las ciencias médicas se articuló a partir de una “norma masculina” (hombre adulto, blanco, sin comorbilidades) y muchas veces no consideró las diferencias de género, la representación de las mujeres en estudios clínicos ni los sesgos diagnósticos. En el informe de Heart Research UK se señala que las mujeres tienen aproximadamente 50% más probabilidades de recibir inicialmente un diagnóstico erróneo tras un infarto, debido a la concepción (errada) de que sus síntomas son “atípicos”. Cuando se etiqueta de esta manera el modo en que muchas mujeres experimentan el infarto, se corre el riesgo de que esos casos no sean tratados de urgencia, sean diagnosticados tarde o con error, y que la consecuencia sea mayor mortalidad o secuelas más graves.
Se trata de cómo la medicina ha construido conocimiento, identifica enfermedades, marca protocolos, y cómo esas construcciones operan en base a cuerpos que han sido “normatizados” (mayoritariamente masculinos).
Es necesario cuestionar la idea tácita de que el cuerpo masculino es el estándar y el femenino la desviación. Los protocolos de diagnóstico, los manuales, la divulgación de síntomas, han sido diseñados con ese sesgo. Y la ciencia femenina interviene ahí: no sólo para añadir “las mujeres también”, sino para replantear qué datos se recogen, qué poblaciones se estudian, cómo se entra en la pregunta científica.
Reconocer esto es avanzar hacia una medicina más justa, más inclusiva y más precisa.