04/06/2025
Cuba no es solo tierra, es un altar vivo donde los tambores de los antepasados retumban y las voces de nuestros orishas marcan nuestro camino. Eleguá abre caminos y puertas invisibles, Yemayá nos cubre con su manto de mar y de protección, y el fuego sagrado de la justicia y la fuerza de Changó se enciende; para nosotros, la espiritualidad es mucho más que un ritual, es una herencia profunda que fluye por nuestras venas, es el canto en lucumí que nos conecta con nuestras raíces, es el aché que no se compra, sino que se siente en el alma que irradia cualquier rincón de esta isla, mi muy amada Cuba.
Es ese pedazo de tierra que no se despega del alma, aunque uno cruce océanos. Es un olor a café colado en la mañana, la vecina que ríe en el balcón, los niños jugando y gritando por las calles, el sol abrazando fuerte y los tambores llamando a lo lejos. Es la bodega, el pregón, el saludo con cariño aunque llevemos prisa. La ceiba que protege, el río que canta bajito, la abuela que te reza sin que lo sepas. Desde lejos, no se ve igual, se siente más.
A veces me despierto con el pecho apretado…
como si el alma estuviera llamando a Cuba.
Extraño, la bulla linda, la risa sin apuro, el tumbao de la gente, personas que lo dan todo de corazón y esas palabras cálidas que reconfortan entre risas y un "No es fácil", sin miedo a levantar la cabeza, dispuestos a enfrentar la guerra que le llamamos vida.
Mi corazón no se acostumbra al lío de otros lugares.
Porque hay pedazos de mí que se quedaron bailando en La Habana, tocando las marcas y la campana, sin dejar de mirar al horizonte con los ojos llenos de sueños.
Pidiendo por los míos y aunque lejos siempre van conmigo.
Llevo en mi sangre la sazón de mimi y yeya, el sudor de mi infancia, el eco de mi familia y amigos, teniendo la certeza que nos volveremos a abrazar.
Recordar es volver a vivir y la nostalgia es mi aliada que atesora mis raíces, con solo cerrar los ojos… regreso. 🌴🇨🇺✨🌊