21/12/2021
Yerba del potro
Malvastrum coromandelianum (L.) Garcke
Familia: Malvaceae
Otros nombres: Escoba negra – ojo del pollo – escoba dura – potro huatana – yerba del potro macho - afata
Descripción general: Planta herbácea, de tallos algo leñosos, muy duros y resistentes, erectos y con pelos estrellados. Puede llegar a los 2 m de altura, pero normalmente de 1,5 m. las hojas son semi triangulares, con el borde dentado. Las flores en general son amarillas, pero pueden ser amarillas anaranjadas, se disponen en las axilas de las hojas superiores. Tiene 5 pétalos asimétricos. Las semillas tienen forma de riñón. Se la suele confundir con Sida rhombifolia, la cual se diferencia por sus flores largamente pedunculadas, estructura menos robusta y flores color crema.
Distribución y hábitat: Especie nativa. Se la encuentra en Brasil, Uruguay, Paraguay, Chile y en Argentina desde Buenos Aires y Mendoza hasta el Norte. Crece hasta los 2000 msnm en terrenos algo fértiles, más bien húmedos o no muy secos, a la semi sombra. Invade algunos cultivos, se da con frecuencia al costado de los caminos.
Aspectos notables y observaciones: La estructura del tallo, dura y flexible la hace muy resistente, difícil de arrancar y cortar, por estas cualidades se la usa para fabricar escobas. En lugares donde el invierno es muy duro, se le seca la parte aérea y rebrota en primavera, es hemicriptofita.
Usos medicinales: Esta especie, al igual que muchas otras Malvaceas, tienen excelentes virtudes demulcentes, es decir, para proteger las membranas mucosas, como la del estómago, intestinos y bucofaríngeos. Es en parte, gracias a sus mucilagos que tiene esta capacidad para hidratar los tejidos secos, inflamados e irritados y generar una mucosidad protectora. Al mismo tiempo, como complemento perfecto, posee cualidades astringentes, que desinflama los tejidos, desinfecta y ayuda a cicatrizar. También posee propiedades antibacterianas y anti fúngicas, ya de por si al restaurar el estado de los tejidos, es decir, modificando el medio, desinflamando y restaurando la mucosa es suficiente para erradicar los agentes patógenos, que solo pueden prosperar en un tejido inflamado y desprovisto de su mucosa. .