02/08/2024                                                                            
                                    
                                                                            
                                            ¡Hola, mi Tribu! Les quiero contar algo personal que me pasó el fin de semana pasado. Tuve una crisis de tensión alta, llegué a 200/100, y  posiblemente  todo esto se debe al estrés que muchos de nosotros estamos viviendo por la situación en nuestro país, Venezuela. 🇻🇪 
Y aquí sale a relucir este super poder que nos a tocado desarrollar sobre todo en estos últimos tiempos “resiliencia”, esa capacidad de sobreponerse a las dificultades y seguir adelante. En estos tiempos difíciles, es crucial que nos cuidemos y busquemos maneras de manejar el estrés. La actividad física y la meditación y la oración han sido mi salvavidas. Hacer ejercicio no solo mejora nuestra salud física, sino que también nos ayuda a liberar tensiones y a mantener la mente ocupada en algo positivo. Unas caminatas, una buena sesión de boxeo, o simplemente moverse un poco pueden hacer una gran diferencia.
La meditación, por otro lado, es como un reset para la mente. Nos ayuda a enfocarnos en el momento presente y a soltar las preocupaciones por un rato. No se trata de ignorar lo que pasa, sino de no dejar que nos consuma. Es importante enfocar nuestra energía en lo que sí podemos cambiar y aceptar que algunas cosas no están en nuestras manos. Aprendamos a vivir el presente sin agobiarnos por las expectativas o las situaciones pasadas. Otra herramienta poderosa es la oración. Dedicar unos minutos al día para conectar con nuestra fe y buscar tranquilidad espiritual puede ser muy reconfortante y darnos una sensación de paz.
Recordemos que la salud mental es igual de importante que la salud física. Si sientes que el estrés te está sobrepasando, no dudes en buscar ayuda profesional. Hablar con alguien puede ser muy liberador y ayudarte a encontrar nuevas formas de enfrentar los problemas.
Así que, mi gente, sigamos adelante con fuerza y determinación. Enfoquémonos en nuestro bienestar y en lo que sí podemos cambiar. ¡Cuidémonos y mantengamos la esperanza viva!
Si sienten que puedo ayudarles en algo, no duden en escribirme. Estoy aquí para apoyarlos con todo mi amor.
¡Un abrazo fuerte para todos!