
30/07/2025
El eje de Venus y el eje de Saturno se ponen de acuerdo para alinearse. Cuando sucede este alineamiento, el resultado es la inmortalidad. Uno puede experimentar el plano físico y el plano sutil, y puede moverse dentro de los dos mundos. A esto apunta la regulación en última instancia. Cuando ocurre este alineamiento, el alma funciona desde el plano buddhico.
La mente, los sentidos y el cuerpo, cooperan para cumplir el plan en el plano físico. La mente, los sentidos y el cuerpo, constituyen el lugar de encuentro para que el alma funcione. Permiten que se realice el servicio del alma. El alma satisface su propósito utilizando las facilidades ya adquiridas del teléfono, el telegrama y el telescopio. A través del servicio, el lugar de encuentro se transforma en un templo.
El alma permanece como una imagen de Dios en el templo, satisfaciendo el propósito divino. A este templo también se le conoce como templo de Salomón. El templo de Salomón es el templo del alma. El alma no es más que la imagen de Dios. De esta manera, los tres están trabajando: la super-Alma (lo Divino), el alma y la personalidad (la mente, los sentidos, y el cuerpo). Así se establece el hijo del hombre como el Hijo de Dios. Ahora permanece fijado en el cuerpo de tonalidad dorada. El Maestro C.V.V. lo expresa como "espacio fijo". No hay más fijación en la materia. Hay fijación en el sistema de energía supermundano.