16/07/2025
A Emiliano Galende
Cómo se despide a quién hizo tanto
Los que conocimos a Emiliano Galende no lo vamos a poder olvidar, su portentosa inteligencia, su compromiso político en diferentes áreas de la salud mental, su escritura siempre con una palabra que además de describir, forma conciencias en los trabajadores en la salud mental. Lo conocí gracias a Valentín Barenblit (que hace también nos dejó), quién me dijo que lo fuera a ver en la calle Soler cuando yo era un recientemente recibido hace más de 30 años atrás y me recibió con los brazos abiertos. Leyó mi libro sobre la formación de residentes en la provincia de Buenos Aires con mucho interés y, a partir de ahí, en cada ocasión que nos veíamos me acompañaba su sonrisa. Siempre me llamaba la atención su porte inteligente, de una persona distinguida con una sonrisa única, su presencia no pasaba desapercibida, ese entusiasmo que transmitía en la formación, para él, la alegría, la pasión y el compromiso estaban unidos. Su escritura nos lega a tantos de nosotros y nosotras que lo despedimos reconociéndolo, una generación que fue y es faro de otras generaciones posteriores.
Dejar una huella no sólo en cada uno y cada una sino en la historia de la Salud Mental en la Argentina. Cada cual podría agregar algunas cuestiones de su larga trayectoria, su participación en la Federación Argentina de Psiquiatras en la época del Movimiento de Trabajadores en Salud Mental, su libro “Psicoanálisis y Salud Mental en la sociedad actual” (edit. Paidós, 1992) que tanto hemos leído y que influyó en lo que vendría, su gestión y amistad junto con Valentín Barenblit de los posgrados en Salud Mental Comunitaria de la Universidad Nacional de Lanús. Su enorme lucha por los derechos de las personas con sufrimiento psíquico. Su lucha por la desmanicomialización y la atención digna. Ser maestro entre otros lugares en la UNLa. Siempre un referente esencial del Psicoanálisis y la Psiquiatría en sus intersecciones con la Salud Mental comunitaria.
Los que tuvimos la fortuna de conocerlo, de leer sus libros, de haberlo escuchado en alguna actividad docente, siempre convocaba a debatir pero con el faro ubicado hacia la extensión de la práctica psicoanalítica en la Atención Primaria de la Salud. ¿Cómo se despide a quién hizo tanto, quién deja la llama siempre viva y en muchos de nosotros una semilla que lucharemos para que crezca en su recuerdo y en nuestros actos?