20/12/2021
Llegaron las Fiestas. Un temón. Los que alguna experiencia terapéutica tenemos, sabemos que nos vamos a ver afectados nuevamente por esto.
¿Por qué será que, en el mejor de los casos, ya vamos al encuentro de las fiestas predispuestos a "hacer limonada"?
Lo interesante es que ese malestar se repite en diferentes religiones, culturas, ubicaciones geográficas, formaciones/orientaciones de lo que fuere o ingreso per cápita. Pueden variar las fechas, las ocasiones. Sin embargo si hay un "mal-estar" en la cultura suele (al menos amenaza con) aparecer en estas fechas.
Y en la otra punta tenemos a los niños a quienes parece no interesar nada más que la fiesta y esperan la primera señal inequívoca de cada festividad, un cambio en la rutina o cualquier evento asociado para entregar toda su concentración y ser, soñarla, abrazarla, revolcarse, entregarse, ensañarse y desearla, envolverse activa y pasivamente en todo lo relacionado a ellas de forma excluyente: LAS FIESTAAAAS!! Al revés que los adultos: las fiestas....
No me refiero a los niños cronológicos, sino a los esos niños que encontré en la pluma de alguien que le costaba mucho disfrutar cualquier compromiso o mandato social y que desafió toda convención estipulada. Un solitario, observador, sufriente y amante, muy tímido y atemperado, pensador pasional; que terminó demente, tal vez porque algo vió, algo intuyó, algo supo y no pudo ignorarlo más; lo nombra, lo plantea pero ese algo no se dejó domesticar o apaciguar... ¡Quién sabe!
Les dejo su cita: "Inocencia es el niño, y el olvido, un nuevo comienzo, un juego, una rueda que se mueve por sí misma, un primer movimiento, un santo decir que sí. Sí, hermanos míos, para el juego del crear se precisa un santo decir que sí: El espíritu quiere ahora su voluntad, el retirado conquista ahora su mundo."
¿Adivinan el autor?
A todos -espíritus y retirados- los que estamos en esta aventura "síes", "noes"," yo-quieros", "yo-debos", cargas, obediencias y desiertos, transformaciones, desacatos o insolencias que no se dejan domesticar o apaciguar: GRACIAS por seguirnos y decir que sí (santo o no) a compartir este "primer movimiento".
¡Felices Fiestas les desea el equipo de Psicohealthonline.com!