25/08/2025
La investigación “Malestar psicológico: evolución histórica en la Argentina urbana (2010-2014)”, presentada por el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA), de la UCA, dio cuenta que dicho “malestar” empeoró en el último año como lo ha hecho en los últimos tres lustros.
El objeto de estudio incluye tres ejes: malestar psicológico, sentimiento de infelicidad y déficit de apoyo social estructural.
El primero se caracteriza por la presencia de síntomas de ansiedad y depresión sin implicar necesariamente un diagnóstico de trastorno. “Los registros anuales reflejan una tendencia al aumento: 18,4% en 2010 al 26,7% en 2023. En 2024, la cifra alcanza su nivel más alto, 28,1%, lo que
indicaría su padecimiento en 4 de cada 10 personas”, señala el ODSA.
A su vez, el sentimiento de infelicidad indica el estado de bienestar personal y satisfacción que una persona posee sobre la vida. “Si bien la evolución anual de la variable mostraba una tendencia a la estabilidad -valores oscilantes entre el 11 y 14%-, en 2024 sube al 15,7%. Las personas de nivel socioeconómico muy bajo presentan mayor porcentaje de infelicidad a lo largo de toda la serie”, indica.
En cuanto a la “red”, cuyo nivel reducido habla de un déficit social estructural, desde 2010 hasta 2016 los valores rondan entre el 24,4% y el 26%. Si bien descendió hasta un 18,1% en 2023, en 2024 sube al 19,7%. “Los elevados déficits de apoyo social en los estratos más bajos contribuyen a la desigualdad en la falta de contención a la población con menos recursos económicos”, concluye.
“En los dos últimos años el impacto negativo en la salud mental fue mayor entre los pobres: el 45% de la población en situación de indigencia registra síntomas altos de ansiedad y depresión, y casi el 37% entre los pobres no indigentes. Las personas que no cayeron en la pobreza mantienen síntomas de ansiedad y depresión entre 20-23% en los últimos 3 años”.
“Las mujeres sufren de niveles significativamente más altos de malestar psicológico y presentan un mayor déficit de apoyo social que los hombres (32,5% y 21,5% respectivamente)”.