
03/10/2022
Fe 🌱
‘En ocasiones se me pregunta si es necesario para un/x practicante de yoga el creer en Dios. Mi respuesta es muy sencilla: “Si no cree usted en Dios, cree al menos en su propia existencia? Puesto que cree en su propia existencia, eso significa que quiere perfeccionarse para la mejora de su vida. Hágalo, y tal vez ello le lleve a ver la luz suprema. No es, por tanto, necesario que crea usted en Dios, pero sí tiene que creer en sí mismx.”
Cree usted en sí mismx? Cree en su propia existencia? Está usted aquí o no lo está? Cree que existe, o cree que todo no es más que un sueño que está viviendo? La experiencia misma de vivir le insta a que viva como una persona mejor de lo que es. Esa es la chispa divina de la fe. De ahí sale todo lo demás.
Existe una diferencia enorme entre creencia y fe. Yo puedo creer en lo que Cristo dijo, pero eso no quiere decir necesariamente que lo siga. Cuando padecía tuberculosis y sané a través del yoga, no creía que el yoga fuera a curarme. Pero me curó. Aquello me dió fe. La fe no es creencia. Es más que creencia. Podemos creer algo y no actuar conforme a ello; pero la fe es algo que experimentamos. No podemos ignorarla. Si la ignoramos, no es fe. La creencia es objetiva: se toma o se deja. Sin embargo, la fe es subjetiva, no podemos rechazarla.
Espero que me entiendan cuando digo que creer en Dios es secundario. El hecho de que ustedes existan es prioritario, no? Ustedes son el ejemplo vivo de que viven. Y como están vivxs, quieren mejorar. Quieren ser mejores de lo que son. Esa es la vitamina dorada que les permitirá progresar.
Que usted mismx existe, es fe. Usted no cree que vive; su propia existencia da fe de que usted está vivx. Más, por qué está vivx? Para ser mejor persona. Si no, más vale morirse! Muérase pues! Tírese al mar! Por qué no se tira? Porque quiere vivir. Y por qué? Eso es lo que debe usted descubrir. Eso es la fe.’ -
B.K.S IYENGAR
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