
29/07/2025
Arrugas, canas, deterioro cognitivo, huesos frágiles y un declive general de las funciones de nuestro cuerpo son las primeras imágenes que se nos vienen a la mente cuando pensamos en el envejecimiento. Quizás por eso fantaseamos con postergarlo y tomamos todas las medidas posibles para patear esa piedra hacia adelante. Pero ¿hasta qué punto podemos retrasar el envejecimiento?
Una nueva investigación, publicada por la Sociedad Americana de Psicología ha demostrado que no solo nos sentimos cada vez más jóvenes respecto de nuestra verdadera edad (la cronológica, como se la denomina a nivel médico). También hemos ido cambiando nuestra percepción del envejecimiento en las últimas décadas. Si alguien de 60 años se identificaba como «viejo» en los años noventa, hoy, las cosas han cambiado. Según el estudio, pensamos que una se engloba en esa denominación a los 75 años.
Es clave encarar proyectos, desafíos, aprender cosas nuevas, mantenerse en movimiento, estar atento a lo que comemos y cómo ejercitamos. Y tambien contar con suficientes horas de sueño.