29/07/2025
Hay veces en que no vemos lo que realmente está ocurriendo… no porque falte claridad afuera, sino porque adentro hay una voz que insiste en una versión distinta.
Una versión vieja. Una voz que aprendimos en algún momento y que, aun cuando la realidad ha cambiado, sigue diciendo lo mismo.
Puede hacernos creer que no merecemos amor, que no somos capaces, que todo lo bueno es casualidad. Aunque los hechos digan otra cosa, esa voz se impone y filtra lo que percibimos.
Desde esta mirada, la locura no es necesariamente un desborde visible, sino una desconexión silenciosa con la vida tal como es.
Una forma de estar lejos de lo real.
Sanar, entonces, implica aprender a escuchar con más claridad: distinguir qué viene de la realidad y qué viene de una creencia interna que ya no nos sirve.
Porque esa distancia entre lo que es y lo que creemos que es, también es sufrimiento.
¿En qué lugares de tu vida estás viendo con los ojos del pasado?
¿Qué sigue diciendo esa voz, aunque el mundo ya te esté mostrando otra cosa?
Volver a la realidad —la más cercana, la más simple— puede ser un acto de profunda salud.
-