26/10/2024
ENCONTRAR TU VITALIDAD
1. Primero, toma un momento para poner con cuidado una mano en tu corazón. Solo déjala ahí y permite que tu pecho sienta la calidez de tu mano, que tu mano sienta el sutil movimiento del latido de tu corazón. Esta es la parte más profunda de tu ser. Aquí vive tu alma. Siempre que pierdas la alineación con la vida, lleva la mano a tu corazón. Este simple movimiento tiene un poder inmenso.
2. Ahora pregúntale a tu corazón: «¿Qué amo?». No respondas una sola vez, repite la pregunta tres, cuatro o diez veces. Pon atención a la manera en la que tu respuesta evoluciona conforme formulas la pregunta una y otra vez.
3. Con la mano aún en tu corazón recuerda una época en la que sentiste un propósito. Podría ser cuando lograste algo en tu profesión, cuando te sentiste vinculado con tu hijo o cuando trabajaste como voluntario. También puede ser algo pequeño como cuidar una planta, hacer reír a un niño o terminar un proyecto. No te preocupes si hace ya mucho tiempo que te sentiste así; la experiencia no tiene que ser reciente. La cuestión es que recuerdes cómo encajas en el todo.
4. Ahora recuerda tu infancia. Considera tus primeros recuerdos alegres y satisfactorios. ¿Qué estás haciendo? ¿Con quién estás? ¿Qué alegra tu corazón? ¿Qué te hace marearte de emoción? Quizá solo obtengas un fragmento o una imagen. Tu inconsciente conoce las respuestas, pero puede hablarte en símbolos o señales, en una visión o un sueño. No tienes que pedir una respuesta ni tratar de analizarla con tu control consciente. Invita a tu inconsciente para que te avise cuando esté listo. Él sabe.
5. Conforme explores estos recuerdos, siente el significado que va en ellos. ¿Qué fue lo que realmente amaste de ese acto? ¿Por qué te sentiste tan bien? Por ejemplo, quizá te gustó ayudar a alguien o disfrutaste al expresar algo. Tal vez te sorprendió tu propio talento o pudiste mejorar cosas de manera importante.
6. Ahora considera tu vida actual. ¿Hay algo, por pequeño que sea, que pueda hacerte sentir igual? Imagínate avanzando hacia eso, explóralo. Puedes dar pasos graduales hasta encontrar tu vitalidad.
7. Cuando termines con la contemplación, toma un pedazo de papel y escribe o dibuja una imagen que represente algún aspecto de tu vitalidad. Ponlo en algún lugar en el que puedas verlo con frecuencia, como el espejo del baño o el refrigerador, o llévalo contigo en la cartera o la bolsa. Este es tu talismán, tu brújula. Te ayudará a guiarte hacia tu vitalidad. Cuando sepas lo que tu corazón desea, tendrás ganas de llevarlo a cabo.
Dra Gladys McGarey