03/08/2025
🧠 COMO DETECTAR SI ESTOY ACTUANDO COMO UNA MAQUINA
La enseñanza de Gurdjieff aplicada a la vida cotidiana.
Con la explosión de la “inteligencia artificial”, muchos de nosotros nos preguntamos cómo preservar la “inteligencia natural”. Reflexionar sobre nuestro origen y nuestro destino, sobre nuestra presencia en este plano, sobre cada acto, nos puede acercar a esa máxima que se le atribuye al eterno Charles Chaplin:
“Pensamos tanto, y sentimos tan poco;
más que de máquinas, precisamos de humanidad”.
Completando el diálogo imaginario entre Gurdjeff y Bach, imagino que en la cena se juntaron a construir este hermoso puente que aquí les regalamos según lo prometido: una integración práctica entre una de las propuestas más reveladoras del reconocido maestro del pensamiento y el creador de la Terapia Floral.
Gurdjieff afirmaba que el ser humano común vive dormido, reacciona mecánicamente, y no tiene un “yo” real estable. Actúa como una máquina que responde a estímulos sin darse cuenta. Por eso su enseñanza gira en torno a “despertar”.
🔧 Claves para detectarlo
A continuación, algunas señales y ejemplos para observarte en la vida diaria:
1. Reaccionás sin darte cuenta
> Síntoma: Respondés automáticamente a una crítica, un elogio, un tono de voz, una noticia… como si apretaran un botón.
Ejemplo: Te dicen algo molesto y ya estás justificándote o atacando sin haber pasado por un espacio de reflexión o elección.
🔍 ¿Dónde estuve yo en esa reacción? ¿Elegí responder así o salió solo?
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2. Vivís el día en piloto automático
> Síntoma: No recordás cómo llegaste de un lugar a otro. No sabés qué comiste. Actuás sin registrar tu cuerpo ni tus emociones.
Ejemplo: Terminaste de lavar los platos, pero no recordás haberlos tocado. Ya estás en el próximo pensamiento o conversación mental.
🔍 ¿Qué parte de mí estuvo presente mientras hacía eso? ¿Fui un testigo o solo una secuencia de impulsos?
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3. Saltás de un “yo” a otro sin continuidad
> Síntoma: A la mañana decís “quiero comer sano”, y a la tarde comés sin parar. Un rato querés estudiar, después te enojás porque te interrumpen viendo series.
Ejemplo: Sentís que sos “distintas personas” en distintas situaciones, sin saber cuál es la verdadera.
🔍 ¿Qué “yo” estaba en mí cuando hice esa promesa? ¿Y cuál tomó el control después? ¿Cuál es el más verdadero?
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4. Buscás culpables afuera de todo
> Síntoma: La queja, la víctima o el resentimiento aparecen como modo automático. “Me hicieron enojar”, “me arruinó el día”, “esto no tendría que pasarme”.
Ejemplo: No te sale algo en el trabajo y culpás a la tecnología, a tu jefe, al clima, a Mercurio retrógrado…
🔍 ¿Puedo asumir que algo en mí reaccionó así? ¿Dónde está mi parte en esta experiencia?
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5. No te acordás de vos mismo
> Síntoma: No sabés qué estás sintiendo, no registrás tu respiración, tu postura, tu tensión muscular. No sabés qué necesita tu ser real.
Ejemplo: Todo el día actuás, producís, hablás… pero si alguien te preguntara “¿cómo estás realmente?”, tendrías que frenar y pensarlo.
🔍 ¿Quién soy yo en este momento? ¿Dónde estoy? ¿Estoy?
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🧭 ¿Qué hago con esto?
✨ La propuesta de Gurdjieff es: Observar sin juzgar.
> “No intentes cambiarte todavía. Primero observate con honestidad total, como si fueras un científico que estudia un fenómeno raro.”
Al principio, solo podés darte cuenta de tu mecanicidad. Con el tiempo, empieza a surgir un centro más real, más despierto. Ese es el inicio del camino hacia el Ser.
En este sentido, las Flores de Bach pueden ser aliadas en esta autoobservación de actitudes y emociones, iluminándolas como una linterna en la oscura noche para ayudar al alma a encontrar el mejor camino de retorno a su hogar.