
24/12/2023
"El Príncipe de La Paz ha nacido en este Mundo, para recordarme quien soy ".
En estos dias, donde se acercan las fiestas de Navidad y Fin de Año, a la mayoria de nosotros, nos remite a las vivencias de nuestra infancia.
Rodeados de los afectos familiares, de nuestros amigos, de los juegos y regalos.
El solo echo de recordar estos momentos " magicos" nos cambia nuestro sentir emocional, por unos instantes volvemos a ser niños nuevamente, a sentirnos más vitales y con una mirada más amorosa y sensible con nuestro entorno(Espíritu Navideño).
Pero en el resto del año, la vida nos demanda ser fuertes para enfrentar las vicisitudes, que ella nos pone, en cada momento.
Actitud necesaria pero no totalizante, que nos lleve a endurecernos y olvidarnos de ese Niño interior que jugaba y que veía la vida con total esperanza.
Dios nos recuerda que al venir al mundo el se hizo niño también, vulnerable, humilde y amoroso.
De esa manera se acercó a nosotros, mostrándonos como vincularnos, no desde el ego sino desde un corazón compasivo, que mira más lo valorable de cada persona y no lo que le falta.
Dios no nos exige nada, no quiere sacrificios ni sobreexigencias, nos ama como somos.
Hagamos, en este tiempo sagrado, ese ejercicio de aceptacion amorosa de nosotros mismos, de nuestra historia, con sus luces y sombras, con éxitos y fracasos.
Solo si nos perdonamos a nosotros mismos podemos perdonar al otro y seguir fluyendo en esta vida, que nos regala en cada día, la posibilidad de ser nosotros mismos.
Feliz Navidad!
Marcelo Sinner