11/05/2025
En este día especial, queremos recordar a Erino.
Un técnico dental apasionado, pionero en su época, que no solo construyó una carrera desde cero, sino también un legado.
Fue formador, maestro y eterno aprendiz. Recorrió el país dando cursos, compartiendo su saber con generosidad, siempre con la convicción de que el conocimiento se multiplica cuando se transmite. Su libro y sus enseñanzas siguen presentes en muchos rincones de Argentina, y en la memoria de quienes lo escucharon hablar con tanta entrega.
Siempre agradecido con cada profesional que se cruzó en su camino, porque él sabía que de cada encuentro salía más enriquecido. Valoraba profundamente a quienes lo ayudaron a crecer y formar todo lo que luego compartió con tanta pasión.
Su vocación fue tan grande que logró algo aún más valioso: transmitirla.
Hoy, su nieta sigue ese camino con el mismo amor, respeto y compromiso que él supo sembrar.
Gracias, Erino, por mostrarnos que un legado verdadero se construye con trabajo, humildad y amor… y que sigue creciendo cuando se comparte.