02/02/2025
Mi marcha del orgullo por (y con) vos
Nuestra familia es un símbolo de libertad. No esa que parodia quien provocó, desde Davos, esta muestra de pluralismo y amor. En mi casa, la religión no es un tabú: soy un judío que se casó con una católica —como el padre de Juan—, el fútbol no es una batalla: Lele es de Racing como yo, vos, Mati, gallina como tu mama. La vida cotidiana resulta una oportunidad al intercambio de pensamientos y a la discusión.
Desde que empezaste a militar en Patria Grande, con tu mamá comenzamos a caminar a tu lado. Verte cantar, bailar, enarbolar la bandera de un proyecto tan singular como colectivo (que muchos no entienden, aún) me emocionó desde aquel 24 de marzo de 2022.
Casi cuatro años más tarde, estás donde soñaste: registrando cada paso del líder en el que confiamos para hacer realidad el sueño de la Patria Grande, el proyecto de una Argentina Humana.
Estás líneas no intentan convencer a nadie sobre la integridad de Juan Grabois. Nosotros lo conocemos y sabemos cuál es su misión, su visión, su motor. Escribo porque quiero dejar este testimonio, en tiempos donde todo pasa tan rápido que la historia se nos pierde en la (falta de) memoria. Porque pronto vas a alcanzar otro objetivo, almost licenciado, porque hoy se me infla el pecho del orgullo que siento como padre. Gracias por dejarnos acompañarte en este camino, Mati: nada como ir juntos a la par.
PD: en el video que abre este carrusel, le digo a Juan que soy tu papá. Él me mira los ojos, mira los tuyos y dice, sí, se parecen. Tus ojos son mi mejor espejo, hijo. Te amo! Nunca dejes de poner el cuerpo para cambiar la Argentina.